La caída de la participación acerca a ERC al PSC y castiga a Cs y PP
La abstención podría subir más de 20 puntos y tres de cada 10 electores siguen indecisos Illa es el ‘president’ preferido, incluso para quienes votaron a Ciudadanos y PP en el 2017
Cataluña enfila la recta final de la campaña electoral más extraña de su historia en un clima de temor y vértigo por las crecientes señales de alarma que llegan desde las administraciones ante el impacto que la pandemia pueda tener sobre el desarrollo de la votación. La primera semana de carrera hacia las urnas empezó con la justicia confirmando la fecha de los comicios, continuó con los miedos que rodean a las mesas electorales y termina con la Generalitat advirtiendo de posibles retrasos en el escrutinio por el aluvión de votos por correo. Tanto se ha puesto el foco lejos de los partidos y sus candidatos que las expectativas de movilización no dejan de caer a medida que se acerca el 14 de febrero.
La última encuesta preelectoral del Gabinete de Estudios Sociales y Opinión Pública (GESOP) para El Periódico, elaborada del 4 al 6 de febrero, certifica que la abstención sigue subiendo y estima la participación el próximo domingo en una horquilla de entre el 56% y el 58%. La caída sería superior a 20 puntos respecto a las autonómicas del 2017, pero hay que tener en cuenta que, hace tres años, las convulsiones del procés hicieron que se batiera el récord de movilización con un 79,09%. Hasta la pulsión independentista, la movilización electoral solía pivotar alrededor del 60%.
Hace dos meses, el 76,7% de los catalanes daba por seguro que iría a votar el 14-F. Ahora solo lo garantiza el 57,8%, 3,7 puntos menos que hace una semana. Continúa siendo un enigma a quién beneficiará y perjudicará una baja participación, pero son los votantes independentistas y del PSC los que más aseguran que votarán. Pero la movilización del electorado socialista ha retrocedido ocho puntos la última semana, y en el bloque soberanista, las expectativas de participación siguen bajando entre los votantes de JxCat y se recuperan entre los de ERC y la CUP.
En consonancia con estas tendencias, el pulso por la victoria se aprieta más al comienzo del esprint final. Con un porcentaje de indecisos aún del 29,3%, la desmovilización ha dado un poco de aire a ERC en detrimento de Junts y ha hecho perder algo de fuelle al PSC.
El resultado es un empate en cabeza entre socialistas y republicanos con 32-34 escaños. Salvador Illa mantiene una ventaja de 2,2 puntos sobre Pere Aragonès, pero el candidato de ERC le ha arrebatado un punto y dos diputados al del PSC en la primera semana de campaña. La posconvergente Laura Borràs sigue al acecho, con 2931 parlamentarios, uno menos que en la anterior encuesta.
La fidelidad de voto a los socialistas continúa siendo la más alta, pero, igual que la de JxCat, baja, aunque lo compensa atrapando a votantes de En Comú Podem, Ciu