La suspensión del carnaval provoca pérdidas millonarias
Los festejos del 2020 movieron en el país 1.227 millones de euros
La pandemia, con sus casi 10 millones de infectados y más de 232.000 muertos por covid-19, ha dejado a Brasil sin los carnavales de febrero por primera vez en su historia. Según la Confederación Nacional del Comercio de Bienes, Servicios y Turismo (CNC), las fiestas del año pasado generaron un movimiento económico de 1.227 millones de euros y se crearon 25.000 puestos de trabajo temporales. Cuando el virus parecía una amenaza lejana, se esperaba un crecimiento del 20% para este 2021. Nada de eso sucederá.
Hace 108 años, la juerga pasó de febrero a julio por un episodio excepcional: la muerte del Barón de Río Branco, una figura importante del Brasil del siglo XXI. Ni siquiera la gripe española en 1919 interrumpió el flujo de comparsas. La dictadura militar (1964-85) que tanto añora el presidente Jair Bolsonaro intentó limitar el jolgorio hasta el punto de penalizar el uso de las máscaras. Pero no pudo prohibirlo.
El carnaval interrumpe el tiempo cronológico e invierte por unos días los valores y jerarquías. En octubre pasado, las autoridades paulistas y de Río de Janeiro se dieron cuenta de que sería imposible llevarlo a cabo y propusieron que los desfiles se realizaran en invierno. Pero ese proyecto es invia
Sambódromo (( - ble debido a que el carnaval es una máquina social que tarda casi un año en ponerse en marcha. Hay que preparar disfraces, diseñar lentejuelas, elaborar maquillajes, componer canciones, ensayar los bailes, reparar la hotelería y, además, planificar la comida y bebida que ingerirán las multitudes. Hay costureras que se han quedado sin trabajo. Bailarines y músicos, en la ruina.
La industria cervecera ha dejado de vender más de 100 millones de litros. La crisis sanitaria ha generado una insólita relación entre la bebida y el combate del virus. Parte de las vacunas que Brasil le ha comprado a China serán transportadas en las neveras de poliuretano que iban a utilizar los vendedores ambulantes. Parte de la infraestructura utilizada para los desfiles servirá para vacunar.