La defensa de Trump rebate el cargo con falsedades y acusaciones
Donald Trump puede estar retirado en Mar-a-Lago mientras el Senado le somete a su segundo impeachment pero sus tácticas han alcanzado la Cámara. Ayer, en el cuarto día del juicio político, la defensa del expresidente resucitó falsedades, falsas equivalencias y el abandono interesado del contexto para tratar de denunciar la imputación del exmandatario con un cargo de incitación a la insurrección como un «acto injusto flagrantemente inconstitucional de venganza política». En el primer día del proceso 56 senadores, incluyendo seis republicanos, validaron su constitucionalidad.
Frente al caso planteado metódica y precisamente por los fiscales demócratas en las dos jornadas previas, donde se vinculó el discurso de Trump con el asalto al Capitolio por parte de una turba de sus seguidores a los que llevaba meses
Los abogados sellan su caso en una incendiaria y partidista presentación
arengando, los abogados Michael van der Veen, David Schoen y Bruce Castor trataron de retratar la intervención de Trump en aquella manifestación como una llamada a la manifestación «pacífica y patriótica». Aseguraron falsamente también que realizó «inmediatamente» llamadas a la calma. Y para tratar de minimizar el peso de algunas de sus declaraciones más polémicas aquel día («pelead como el demonio») proyectaron un vídeo, repetido múltiples veces en solo tres horas, con imágenes de demócratas o famosos usando versiones del verbo «luchar».
Era un esfuerzo para hablar de la supuesta «hipocresía» demócrata pero en muchos casos se eliminaba el contexto de las intervenciones y burdamente se trataba de equiparar la llamada a la lucha metafórica con las instancias en que Trump directamente ha alentado acciones físicas. Los abogados de Trump se atrevieron a acusar a los fiscales demócratas de manipular vídeos y tuits. Y en su relato, el asalto al Capitolio, aunque «violencia horrible», no fue «incitado o causado» por su cliente.