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Sanidad todavía se tiene que pronunciar pero la vacunación ha frenado los contagios Esta semana cierra el centro de Valdespartera y el de Casetas tiene solo 26 internos
El fin cada vez está más cerca y «la vuelta a la normalidad» en las residencias aragonesas no está lejos. Así lo aseguró ayer la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, en una visita al centro de atención para personas con discapacidad Camp-Cadi de Zaragoza. El cambio de rumbo se debe al proceso de vacunación en los asilos, que ya casi ha finalizado. El 95% de los residentes y trabajadores ya han recibido la primera dosis y el 89%, las dos. Esto supone que 15.375 mayores de estos centros y 10.019 empleados de los mismos ya están protegidos contra el covid. El proceso se completará, previsiblemente, en los próximos días.
Así, la inoculación en las residencias, tanto en las de mayores como en las de perdonas discapacitadas, ha supuesto un «cambio sustancial». Si el jueves pasado se notificaron 48 brotes abiertos en estos centros (se considera brote ya cuando hay un solo positivo), el viernes esa cifra descendió hasta los 41. En total, en estos momentos, hay 737 personas internas en los asilos afectadas por el covid y 220 trabajadores.
Asimismo, solo han surgido cuatro brotes en residencias en las que se ha completado la inmunización, es decir, centros en los que los residentes han recibido las dos vacunas hace ya más de siete días (que es el tiempo que hay que esperar para que las inyecciones de Pfizer sean efectivas). Los contagios se deben a que las vacunas protegen de la enfermedad pero no de los contagios, por lo que puedes ser positivo pero no sufrir síntomas graves. Según Broto, estas nuevas personas contagiadas presentan síntomas mucho más leves que las que se diagnosticaban hasta ahora.
Además, la consejera de Ciudadanía
desveló que hay un total de 400 residentes (menos del 3%) y 1.800 trabajadores de estos centros (el 12% del total) que se han negado a ponerse la vacuna contra el coronavirus. Según explicó Broto, con la ley en la mano no pueden obligar a nadie a vacunarse y el hecho de haberse inmunizado no se tendrá en cuenta a la hora de contratar nuevos trabajadores. Sí que afirmó que aquellos que quieran, aunque ya haya pasado su turno, podrán solicitar ser inoculados, aunque será ya en los ambulatorios y no en los asilos. «Están en su derecho y tienen la puerta abierta», sentenció la consejera. A pesar de esta situación, Broto afirmó que cree que ese porcentaje de negativas a la inoculación bajará, puesto que al principio de la campaña esa cifra rondaba el 18% de personas que no querían inmunizarse. «Son un colectivo que han tenido la oportunidad de ser los primeros, pero ser los primeros también ha generado incertidumbre», declaró Broto, de quien depende la gestión del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), quien gestiona los centros públicos aragoneses.
En el caso de la residencia para personas discapacitadas que visitó la consejera, de los 106 internos solo tres han rechazado ser vacunados, aunque según dijo el director, Paco Pitarch, algunos ya tienen anticuerpos porque han pasado la enfermedad.
SOLO PASEOS DE UNA HORA $ Conforme a las restricciones en los asilos, la consejera recordó que en estos momentos los residentes solo pueden salir para dar un paseo de una hora alrededor del centro y que solo está permitido que reciban visitas si son programadas y cumpliendo con todas las precauciones. Está previsto que los responsables del área de Ciudadanía se reúnan con Sanidad la semana que viene para consensuar la flexibilización de las medidas y, aunque Broto no las concretó, se mostró muy optimista.
«El conjunto de estos datos (la bajada de los contagios) y su análisis junto al departamento de Sanidad nos llena de esperanza, tenemos ganas de pasar página. La fuerza y la esperanza están en la vacuna, pero también en el sentido común», declaró. Una posibilidad sería que las personas que salen de las residencias durante un tiempo, al volver a ingresar después, no tuvieran que permanecer confinadas.
Además, esta semana va a cerrar la residencia de Valdespartera que se había habilitado para que las personas positivas asintomáticas que no pudieran confinarse en sus casas pudieran pasar la cuarentena en estas instalaciones. En total, han pasado por este centro 181 personas, entre ellas 16 menores. Por otro lado, el centro covid de Casetas, el único que todavía hoy admite positivos de otras residencias de la comunidad, permanece todavía operativo pero solo con 27 personas ingresadas de las 76 que caben en el edificio.