Examen de máximo nivel para Nadal contra el griego Tsitsipas
El español busca la semifinal y Djokovic y el sorprendente ruso Karatsev se verán en la otra
Rafael Nadal llega reforzado a los cuartos de final del Abierto de Australia, en los que se medirá hoy desde no antes de las 9.30 horas al griego Stéfanos Tsitsipas, tras recuperar su condición física en su encuentro de octavos ante el italiano Fabio Fognini (18), en el que se impuso por 6-3, 6-4 y 6-2. El balear consiguió el billete para la antepenúltima ronda por decimotercera vez en Melbourne e igualó a los australianos Jack Crawford y Adrian Quist, en una clasificación liderada por Roger Federer, que cuenta con quince presencias.
Superó su primera prueba de nivel al imponerse a un rival que históricamente le había causado problemas, en especial en los tropiezos en el Abierto de Estados Unidos en el 2015 y en Montecarlo en el 2019, después de desplegar un elevado nivel tenístico que amansó los fogonazos de un Fognini que desistió tras ceder un psicológico segundo set. La mejor noticia para el encuentro de hoy para Nadal es que su condición física, en cuestión al inicio del torneo por unas molestias en la espalda, es totalmente buena.
Mientras Rafa busca el pase ante Tsitsipas, Novak Djokovic sigue vivo para defender su título en el Abierto de Australia. El número 1 mundial estará por novena vez en las semifinales del torneo que ha ganado en ocho ocasiones y donde este año defiende el título. Djokovic se impuso en una trepidante batalla al alemán Alexander Zverev (7 mundial) por 6-7 (8), 6-2, 6-4 y 7-6 (8-6). Su próximo rival, mañana, será el invitado sorpresa, Aslan Karatsev, un tenista ruso de 27 años, 114 mundial, que llega desde la previa y que sorprendió al búlgaro Grigor Dimitrov (2-6, 6-4, 6-1, 6-2).
LA REMONTADA Djokovic logró su victoria subido en una montaña rusa desde el primer juego del partido, en el que cedió de entrada su servicio. El número 1 fue a remolque durante muchas fases. En el primer set forzó el ‘tie break’, después de ir 3-5 en contra, pero Zverev frenó la remontada. Djokovic respondió como suele, con contundencia en el segundo en el que solo cedió dos juegos para igualar el marcador. Todo empezaba de nuevo. Y Djokovic, que había entrado en la pista con dudas por sus problemas de abdominales, que también tenía el tenista alemán, se fue encontrando mejor y olvidándose de la lesión a medida que avanzaba el duelo.
Zverev volvió a recuperar el mando en el tercer set para adelantarse por 2-0 y dominar hasta el 4-1, después de que Djokovic desperdiciara un ‘break point’. Su raqueta Head pagó el enfado. El número 1 la destrozó. Le costó un aviso de la jueza de silla, pero se quitó la tensión acumulada. «No estoy orgulloso de romper la raqueta. En la pista atraviesas muchas emociones y tengo muchos demonios dentro con los que debo lidiar», explicó. Pero lo cierto es que a partir de ese momento la película cambió y Djokovic encadenó cinco juegos seguidos.
Zverev, no se rindió. Volvió a adelantarse en la cuarta manga (30) y dejó escapar un punto de ruptura para el 4-0. Djokovic reaccionó otra vez para ganar los siguientes cuatro juegos y derrotar moralmente a Zverev.