El presidente y Casado acercan posiciones
Pedro Sánchez y Pablo Casado volvieron a abordar ayer la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cuyo mandato expiró hace más de dos años. En la Moncloa siempre apostaron por que el PP se avendría a pactar los nombres del nuevo organismo tras las elecciones catalanas, y aunque el acuerdo todavía continúa sin sellarse, el presidente del Gobierno y el jefe de la oposición han acercado posiciones.
Fuentes de la Moncloa calificaron la conversación telefónica como «constructiva», empleando un tono muy distinto al de ocasiones anteriores, cuando cargaban contra el «bloqueo» del ente de gobierno de los jueces. «Han hablado entre otras materias de la renovación de órganos constitucionales cuyo mandato ha expirado, tales como el CGPJ, el Defensor del Pueblo y el Consejo de Administración de RTVE, así como del voto rogado para los ciudadanos españoles residentes en el exterior», señaló el Gobierno.
El PP, mientras tanto, se limitó a informar de que Casado «ha reiterado sus condiciones para el reforzamiento de la independencia de los órganos constitucionales, la neutralidad de los medios públicos y el consenso para la reforma de la ley electoral»
Ha sido el jefe del Ejecutivo quien ha tomado la iniciativa de llamar a Casado para sondear la posibilidad de avanzar en esa negociación una vez que se han celebrado las elecciones en Cataluña, han informado fuentes del Ejecutivo y del PP.
Desde el PP añadieron que Casado reiteró sus condiciones para el reforzamiento de la independencia de los órganos constitucionales, la neutralidad de los medios públicos y el consenso para la reforma de la ley electoral. Unas condiciones que incluyen dejar fuera de la negociación a Unidas Podemos y avanzar en la despolitización de la Justicia.
La anterior llamada que el jefe del Ejecutivo hizo al presidente del PP fue el pasado 15 de diciembre sin que se lograse desbloquear la renovación del CGOJ, pendiente desde hace más de dos años. Moncloa aseguró entonces que la llamada solo sirvió para constatar la posición de bloqueo del PP.
El encarcelamiento del rapero Pablo Hasél provocó ayer concentraciones y manifestaciones para pedir su libertad en varias ciudades españolas, que terminaron con enfrentamientos, quema de contenedores y barricadas en Madrid y, por segunda jornada consecutiva, en Barcelona y otras localidades catalanas, además de en Granada o Vigo, que en total arrojaron un saldo de medio centenar de detenidos y más de una decena de heridos.
En la capital de España, centenares de personas se manifestaron en la Puerta del Sol en apoyo al rapero, en una protesta convocada a través de las redes sociales y que no había sido autorizada por la Delegación del Gobierno y contra la que cargó la Policía ante la actitud violenta de los concentrados.
Pese al blindaje policial ante los disturbios que ya tuvieron lugar anteayer en Cataluña y Valencia, algunos grupos de manifestantes arrojaron mobiliario urbano y otros objetos a los miembros de las Unidades de Intervención Policial (UIP), que llegaron a cargar en varias ocasiones contra grupos que intentaban acceder por la calle Carretas en dirección al Congreso de los Diputados. Los congregados profirieron diferentes cánticos contra los agentes como «Ser policía, vergüenza me daría», o «Nazi de día, de noche Policía».
Así, se vivieron momentos de tensión y varias cargas con manifestantes intentando avanzar y agentes de los antidisturbios intentando impedir su paso. También hubo quema de mobiliario urbano y saqueos de tiendas de ropa en una jornada que acabó con nueve manifestantes heridos y al menos 15 detenidos. Cinco agentes resultaron heridos leves.
En Barcelona, las manifestaciones a favor de Pablo Hasél volvieron a registrar graves incidentes por segundo día consecutivo. Varios centenares de personas se dirigieron para protestar hacia Plaza de Cataluña, pero a la altura de la plaza Urquinaona un grupo violento (( (( comenzó a quemar contenedores, además de lanzar piedras contra furgones de los Mossos e incluso intentaron abrir las puertas.
Y en Lérida, los manifestantes llegaron a las puertas de la prisión, donde está encarcelado el rapero, corearon diversas consignas y algunos de los internos se sumaron a los lemas. Cataluña registró al menos 29 detenidos, a los que se unieron otros cuatro en Granada.
En mitad de estos violentos disturbios callejeros, el portavoz en el Congreso de Unidas Podemos, Pablo Echenique, mostró a través de la red social Twitter su apoyo «a los jóvenes antifascistas que están pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles», pidiendo asimismo una investigación sobre la joven que perdió un ojo por un pelotazo recibido en los altercados de anteayer.
Esta muestra de apoyo generó pronto reacciones en la oposición. Desde el PP, Pablo Casado denunció la «grave irresponsabilidad» que supone que desde Podemos se alienten los disturbios en las calles. También la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, de Ciudadanos, cuestionó «qué tiene de antifascista» arrojar adoquines a un policía de servicio.
Ante las reacciones, Echenique no se inmutó. «Tengo a toda la (ultra)derecha política y mediática de la plaza de Colón alborotada con mi tuit», ironizó. «Nada que no intentaran hacer antes con los vecinos de Vallekas (...), con los taxistas o con los mineros asturianos», tuiteó.