Muere Francisco Luzón, símbolo contra la ELA
El directivo bancario creó una fundación para luchar contra la dolencia
El banquero Francisco Luzón (El Cañavate, Cuenca, 1948), símbolo de la lucha contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), falleció ayer en Madrid a los 73 años. El ejecutivo, conocido como Paco, fue uno de los directivos bancarios más destacados de las últimas décadas. Poco después de su salida del Santander en el 2012, se le detectó la enfermedad y posteriormente creó la Fundación Luzón Unidos contra la ELA para mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias.
Luzón provenía de una familia pobre de una pequeña aldea. A los cinco años se trasladaron a Cruces, un barrio obrero de Baracaldo (Vizcaya). Tras pasar unos meses por el seminario para estudiar, se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad Pública del País Vasco gracias a una beca por su buen expediente académico.
El banquero inició su carrera en el Banco de Vizcaya en 1972. En poco tiempo ocupó cargos cada vez más relevantes y llegó a ser consejero ejecutivo, desde donde participó en la fusión de la entidad con el Banco de Bilbao.
Un año después, el ministro
Carlos Solchag le fichó para sustituir al exministro Miguel Boyer como presidente del estatal Banco Exterior de España (1988-1996). Desde esa posición pilotó la fusión y reflotamiento de los bancos del Estado en Argentaria, que presidió cinco años.
Según relató, José María Aznar y Rodrigo Rato le prometieron que le mantendrían en el puesto, pero tras su llegada al Gobierno decidieron sustituirle por Francisco González. «Me dolió que buscara ropa sucia mía en el armario de Argentaria», afirmó hace unos años en XLSemanal.
Emilio Botín, presidente del Santander, le fichó para su banco, en el que pilotó la exitosa expansión por Latinoamérica. En el 2012 se anunció su sorpresiva salida con 65 millones de euros de pensión, supuestamente por maniobrar para sustituir al consejero delegado. Luzón, empero, afirmó que el presidente le había ofrecido sustituir a Sáenz.
Apenas diez meses después, en el 2013, comenzaron a surgir los síntomas de la enfermedad.