El obispado de Barbastro también pide multas a Lérida
El letrado de la institución advierte de que al no obedecer se produce desacato La diócesis de Lérida insiste, pese a perder el pleito, en que las piezas son suyas
El Obispado de BarbastroMonzón presentó ayer, en la estela del paso dado previamente por el Gobierno de Aragón, un escrito en el juzgado de la capital del Somontano encargado del caso de los bienes de las parroquias orientales de Huesca, en el que pide que se apliquen multas, a razón de 500 euros diarios, al Museo de Lérida por no entregar la totalidad de los objetos de arte sacro reclamados, dado que son en total 111 y el pasado lunes fueron devueltos solo 23, los de menos valor.
«Si pasan más de cinco días tras esta medida, el asunto deberá ir al fiscal porque deberá resolverse por vía penal», señaló ayer Joaquín Guerrero, el letrado que representa a la diócesis de Barbastro-Monzón. El cumplimiento parcial del auto de ejecución provisional de la sentencia del pasado 17 de diciembre supone caer en un delito de desacato, explicó el abogado.
Al parecer, en las últimas horas, el Obispado de Lérida ha ofrecido presentar en breve un plan de devolución, continuó Guerrero, que subrayó que se trata de tácticas dilatorias, al igual que un supuesto proceso de licitación del transporte de las piezas, «ya que el obispado leridano no es una entidad de derecho público y no tiene por qué convocar un concurso para embalar y trasladar» los bienes de las parroquias oscenses todavía expuestos en las salas de su museo o guardados en espacios de reserva.
De hecho, según Efe, el Obispado de Lérida se pronunció ayer de nuevo sobre la petición de traslado de las piezas de propiedad aragonesa y aseguró haber actuado «siempre de buena fe», sin querer ofender a nadie y con la intención de «dialogar sobre fórmulas aceptables por ambas partes».
Según señaló la diócesis en un comunicado sin relación con el fondo del asunto, el obispado se siente «poseedor de razón» en este litigio y, con ese convencimiento, ha actuado desde un primer momento, sin «ánimo de desobediencia o rebeldía».
Asimismo, explicaron que en los últimos años se ha trabajado con «profesionalidad» y «constancia» para defender lo que consideraban «justo patrimonio» de la diócesis de Lérida.
No obstante, acepta que en estos momentos la justicia civil «habla» y «toma unas decisiones de obligado cumplimiento que este obispado acata», aunque reservándose la posibilidad de presentar recursos.
También recordó que, desde el inicio de litigio, el obispado leridano ha dedicado «muchos esfuerzos y recursos materiales y humanos con el fin de mantener y restaurar el rico patrimonio religioso que han legado las generaciones anteriores». En este sentido, agradeció la tarea de sacerdotes y laicos «empeñados en conservar bienes y tradiciones sin importar el lugar geográfico en el que estaban las distintas parroquias».
En el comunicado se atribuye la salvación del patrimonio de las parroquias oscenses a la intervención del obispo José Messeguer (1890-1905), que empezó la recogida de piezas con el fin de evitar su desaparición o expolio. «Siempre actuó de forma transparente, sin engaños, con claridad y utilizando mecanismos de permutas, donativos o compraventas», por lo que Messeguer, aduce, no se propuso desposeer a las parroquias oscenses de lo que era de ellas.