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La compañía aragonesa Embolicarte presenta este fin de semana en Arbolé ‘Tutudo’, una historia de amor a la vida y de superación de la adversidad con música en directo
La compañía aragonesa Embolicarte lleva casi cuatro años emocionando y transmitiendo buenos valores a los más pequeños a través del teatro. La pandemia no les ha parado y este fin de semana estrenan en el Teatro Arbolé de Zaragoza su último espectáculo: Tutudo, una historia de lucha por la vida y de superación de la adversidad. La obra, recomendada para niños a partir de un año pero creada para conmover también a los adultos, demuestra que los estrenos de las pequeñas compañías de la comunidad son posibles en estos tiempos de pandemia. La función comenzará hoy a las 18.00 horas y mañana habrá dos pases (12.00 y 18.00 horas).
«Además de entretener y emocionar, lo que pretendemos es generar un proceso de reflexión en los niños y que salgan del teatro haciéndose preguntas», explica Sergio Marzo, creador de este espectáculo de títeres. Marzo interpreta a Simón, el personaje que cuida y educa a un grupo de huevos «con vida propia» que llegan de diferentes lugares. El director articula así una metáfora con los actuales sistemas de protección de menores para transmitir una serie de valores como la empatía, el respeto al otro y al que viene de fuera, el compañerismo... «Los huevos son muy diversos, tienen distintas miradas y cada uno busca su propia identidad», apunta Marzo.
De repente, la llegada de Tutudo a la casa supone todo un hito. Su inocencia, frescura y verdad no dejan indiferente a nadie, mientras Simón le acoge y le acompaña en su proceso de crecimiento personal. Poco después, decide abandonar el hogar y emprender un viaje que servirá de inspiración al resto de compañeros. «En el fondo la obra es una historia de lucha por la vida, de superación de la adversidad en la que mostramos que a veces hay que caerse para volver a levantarse», explica Marzo, que ha volcado en el espectáculo su propia experiencia como educador social y sus conocimientos.
Además de Marzo, en el escenario también estará presente David Aznar (del dúo musical de folk Vegetal Jam), quien tocará en directo el acordeón, el piano y la guitarra para crear la atmósfera perfecta y acompañar la historia. «Todo el conjunto da lugar a una especie de nana», apunta.
Con esta obra, Embolicarte mantiene su apuesta por unos espectáculos llenos de valores y donde lo social está también presente. En su anterior obra unipersonal (Busco y rebusco), Marzo ya siguió ese camino que prevén seguir recorriendo. «La pandemia también nos ha servido para seguir formándonos. Yo, por ejemplo, he realizado cursos de muñecoterapia y tengo dos proyectos previstos», explica el zaragozano.
En este sentido, Marzo reconoce que la crisis sanitaria está haciendo mucho daño al sector pero subraya que, mientras puedan, seguirán adelante. «Lo malo es que habrá gente que se quede por el camino; ya sabemos de compañeros que se están planteando buscar trabajo en otro sector», lamenta.
Embolicarte nació hace casi cuatro años de la unión de Callejeatro –compañía de teatro, circo y animación fundada en el año 2000– y Producciones Garbeo. Todas ellas apuestan por unos espectáculos pensados para un público familiar, sin despegar al público infantil del adulto para fomentar esa convivencia e implicación conjunta. Una filosofía que también intentan aplicar en sus proyectos sociales, que son muchos. Así, por ejemplo, Callejeatro realiza cursos de teatro y de circo en colegios y casas de juventud, al tiempo que desarrolla un proyecto en el centro de menores de Juslibol.
Accesible para todos
Embolicarte mantiene también ese enfoque social. Sin ir más lejos, a las funciones de este fin de semana en el Teatro Arbolé acudirán familias en riesgo de exclusión social para confirmar que el teatro «tiene que ser accesible para todos».
La compañía aragonesa Callejeatro ha realizado hasta la fecha actuaciones en más de 200 municipios de Aragón, Soria, Navarra y La Rioja, participando en Cabalgatas de Reyes, Pasacalles de Carnaval y Pasacalles del Pregón de Fiestas del Pilar para el Ayuntamiento de Zaragoza y Ayuntamiento de Teruel.
La obra vuelve a demostrar que los estrenos de grupos aragoneses son posibles pese al virus