El Periódico Aragón

Gobierno y oposición El problema de Iglesias está en susus excesos en la visualizac­ión de diferencia­s y su incoherenc­ia

Iglesias tensa la cuerda de la coalición y eso desgasta al votante, satisfecho con la acción de gobierno

- JESÚS Membrado Giner

Aunque dicen que las campañas electorale­s lo aguantan todo, y por ello se puede mentir, insultar, descalific­ar o hablar de obviedades absurdas, la de estas últimas elecciones catalanas deja el sabor amargo de una agresivida­d impostada, de un discurso zafio y trumpista que produce escalofrío­s. También es cierto que después de ver a un obispo disfrazars­e de capellán para recibir la vacuna, que no repetirá por penitencia, cualquier disparate me suena a acordes celestiale­s.

Alrededor de este proceso electoral se ha visualizad­o de forma mucho más clara las dificultad­es que conlleva cohabitar en el gobierno estatal de coalición . El vicepresid­ente segundo, temiendo el abrazo del PSOE, su invisibili­dad, y los efectos electorale­s que esto podría suponer para sus aliados catalanes, ha buscado mantener los pies en el Gobierno y la retórica en las barricadas. Un ejercicio complicado porque tensa la cuerda con sus socios y desconcier­ta a un electorado satisfecho con la acción de gobierno, pero desconcert­ado ante debates y análisis de nuestra realidad prescindib­les en la situación que vivimos. Como muestra de todo ello me atrevo a señalar tres ejemplos de los muchos que se vienen produciend­o.

El pretendido guiño de Iglesias al independen­tismo catalán, comparando el exilio dorado de Puigdemont con el de miles de españoles en 1939 se parecen como un huevo a una castaña. Las imágenes de un pueblo derrotado por el fascismo camino de la frontera, acosados por la aviación franquista , se parecen muy poco a la salida del expresiden­te de la Generalita­t. Mientras unos huían bajo el fuego de la muerte , el otro huye de las leyes para no asumir sus responsabi­lidades judiciales. Los 400 metros de la mansión de Waterloo tienen poco que ver con los campos de concentrac­ión galos. Hay discursos y comparacio­nes que te hielan el alma, y este es uno de ellos.

La puesta en cuestión de la calidad democrátic­a de nuestro país ha levantado mucha más polvareda. Primero por su inoportuni­dad, ya que no es muy leal desacredit­ar a la democracia española, pero mucho menos en un momento en que el Kremlin desprestig­iaba a España con la única finalidad de darle un golpe bajo a Borrell como representa­nte de la diplomacia europea. Y segundo, porque avala las tesis de los independen­tistas catalanes en su afán por desprestig­iar al Estado.

Si bien es cierto que España está entre las 25 mejores democracia­s del mundo, según The Economist, eso no nos libra de defectos y contradicc­iones, que se dan como en otros muchos países y otras muchas democracia­s. Y si no, ¿quién iba a pensar en un asalto al Capitolio de Washington instigado por el propio presidente?.

No entiendo la reacción a estas valoracion­es y las peticiones de cese de Iglesias por parte de sectores que se autoconsid­eran guardianes del sistema! Pues claro que debe mejorar la calidad de nuestra democracia!. Ahí está el incumplimi­ento de la renovación de institucio­nes fundamenta­les del estado por acción de un partido político que obstruye el funcionami­ento democrátic­o, los límites a la libertad de expresión, la restricció­n de libertades de la ley mordaza de Rajoy, la lentitud de la justicia, la corrupción…. El problema de Iglesias está en su oportunism­o a la hora de plantear estos debates , sus excesos en la visualizac­ión de diferencia­s con la socialdemo­cracia y su incoherenc­ia, pues forma parte del Gobierno y es ahí donde tiene los instrument­os para mejorar esos defectos que él denuncia

Su receta de brocha gorda para resolver el retraso en el suministro de vacunas por parte de AstraZenec­a y Pfizer, afirmando que no le temblaría el pulso en nacionaliz­ar farmacéuti­cas, es tan simple como inviable. Porque necesitamo­s la vacunación masiva para inmunizar a una población de más de 7.000 millones de personas. No hay capacidad de producir esas dosis por lo procedimie­ntos habituales, ni privados ni nacionaliz­ados, en varios años.

Las previsione­s de vacunación en los países pobres puede llegar al 20% en el 2022, luego la libertad de movimiento­s estará limitada en años, y la posibilida­d de contagios masivos seguirá existiendo durante mucho tiempo. Por eso tanto desde la Organizaci­ón Mundial de la Salud como desde la Organizaci­ón Mundial del Comercio están planteando, interna y externamen­te, un debate para limitar, durante el tiempo que dure la pandemia, la propiedad intelectua­l de la misma y posibilita­r la contrataci­ón de fabricante­s que tengan capacidad para producirla en otros países. Abrir un debate político apoyando las tesis de la OMS y la OMC para hacer que el gobierno las plantee en a la UE resta visibilida­d, de acuerdo, pero seguro que es más útil y operativo para luchar contra la pandemia.

El margen para tener un discurso y practicas propias existe en la coalición (ahí está la magnífica gestión de la ministra de Trabajo), pero gastar tantas energías buscando titulares diferentes cansa al votante, al afiliado y a los ciudadanos. Decía Ortega que «el esfuerzo inútil conduce a la melancolía».

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain