EEUU es el primer país en superar los 500.000 muertos por covid-19
Joe Biden honra a las víctimas en una ceremonia y pide a sus ciudadanos que no bajen la guardia Tras tocar techo en enero, los contagios se reducen en un 70% y las muertes caen a la mitad
Estados Unidos superó el lunes el fatídico umbral del medio millón de muertos por coronavirus, según datos de la Universidad Johns Hopkins, un año después de que falleciera el primer estadounidense por el patógeno. Detrás de los números se esconde una tragedia de enormes dimensiones, como si toda la población de Atlanta (Georgia) o Sacramento (California) hubiese sido vapuleada, y se acerca ya a los 521.000 estadounidenses fallecidos durante las dos contiendas mundiales del siglo pasado. «Es verdaderamente horrible», dijo el domingo el epidemiólogo Anthony Fauci, el principal asesor del presidente Joe Biden en la gestión de la pandemia. «No hemos experimentado nada semejante en los últimos 102 años, desde la pandemia de la gripe de 1918», expuso.
Como viene siendo la norma desde que Biden llegó al poder, el nuevo presidente quiso homenajear a las víctimas con una solemne ceremonia en la Casa Blanca, en la que se guardó un minuto de silencio por los fallecidos y se encendieron 500 velas en las escaleras de la mansión ejecutiva. «Como nación no podemos aceptar un destino tan cruel», dijo Biden. «Tenemos que resistirnos a contemplar cada una de esas vidas como si fuera una estadística, un borrón o una simple noticia. Tan importante como honrar a los muertos es cuidar de los vivos y de aquellos que se han quedado solos». Ningún otro país había alcanzado hasta ahora semejante cifra de fallecidos. De los 2.468.000 muertos por coronavirus en el mundo, una quinta parte se han producido en EEUU, con menos del 5% de la población mundial. Le siguen Brasil, México y la India en esta clasificación luctuosa.
Si el análisis se hace per cápita, la situación no mejora demasiado. El país más rico del mundo aparece en la quinta plaza, por detrás de Italia y Portugal, y justo por delante de España, de acuerdo con la Johns Hopkins. La buena noticia es que, por primera vez desde que comenzó la pandemia, la curva estadounidense se ha invertido significativamente. Desde que la incidencia del covid-19 tocara techo a finales de enero, el número de contagios se ha reducido un 70%, lo que ha servido para aligerar el estrés de los hospitales. También se ha reducido a la mitad la cifra de muertos diarios, que en la media de la última semana era inferior a los 2.000 .
Esa mejoría se refleja en las encuestas. El 67% de los estadounidenses aprueban la gestión de Biden respecto al coronavirus, una cifra muy superior al 40% que respaldaba la de Donald Trump en octubre, según las encuestas de Gallup. El republicano siempre trató de minimizar el alcance de la pandemia e ignorar a las víctimas, como si la desmemoria pudiese borrar los estragos del virus.
La Administración Biden, en cambio, huye del triunfalismo e insiste en que no es momento de bajar la guardia, las restricciones se mantienen. Millones de niños cumplirán pronto el primer año de clases virtuales, y el comercio sigue operando a medio gas.
CRECIMIENTO $ Pero se empieza a vislumbrar la luz al final del túnel. Algunos economistas, envalentonados por el avance de la vacuna y las medidas económicas de la Administración Biden, predicen un boom económico para la segunda mitad del año, con un ritmo de crecimiento inaudito desde los tiempos de Reagan. Goldman Sachs prevé que el producto interior bruto (PIB) crezca este año un 6,8%, lo que dejaría el paro en el 4,1% de la población activa en diciembre. La Casa Blanca confía en que la vacuna esté disponible para todos los estadounidenses en julio. Y si es difícil predecir cuándo se podrá alcanzar la inmunidad de rebaño, ya han administrado 61 millones de dosis y casi el 6% de la población está vacunada.