El Periódico Aragón

Un trabajo, por favor

- MARÍA JESÚS Ruiz*

Ya tenemos las vacunas. Los más optimistas dicen que después del verano alcanzarem­os la inmunidad de grupo. Los más pesimistas lo alargan hasta final de año.

Existe una correlació­n directa entre la disminució­n del efecto sanitario de la pandemia y el incremento de la crisis económica. En la medida que el estado de alarma ha activado medidas como los ertes, en tanto estos vayan desapareci­endo iremos viendo un incremento exponencia­l del desempleo y también de la pobreza. No es necesario ser un gran analista económico para observar que muchas de las empresas que se acogieron a estas medidas están cerrando definitiva­mente sus puertas y más si pertenecen al sector servicios.

La oenegé Oxfam Intermón nos anunciaba recienteme­nte que la pobreza podría aumentar en España en 790.000 personas y llegar a 5,1 millones como consecuenc­ia de la pandemia del covid-19, dando gracias a

Algunas políticas demostraro­n que en el 2008 reconstruy­eron un sistema económico muy frágil

que los erte han evitado que esta llegara a 710.000 personas más.

Ante esta situación: ¿qué hacemos? Parece que el Ingreso Mínimo Vital no está siendo ni ágil ni efectivo. Y no nos engañemos, las prestacion­es sociales no sacan a nadie de la pobreza.

Lo único que nos permite vivir afrontando los gastos de la vida es el trabajo, pero cuando este tiene las condicione­s de dignidad suficiente­s para no abocarnos a ser trabajador­es pobres.

Además, los salarios son en sí solidarios socialment­e porque retornan a través de los impuestos dinero para mantener los servicios públicos (y los concertado­s), sostienen el sistema de pensiones y activan el consumo y, por lo tanto, la economía.

¿Apostamos por lo tanto por políticas de empleo? Pues entonces demos una repensada al sistema porque está claro que no podemos repetir los mismos errores que cometimos en la crisis del 2008. Algunas políticas han demostrado que reconstruy­eron un sistema económico muy frágil que se ha tambaleado inmediatam­ente ante la aparición del primer contratiem­po, aunque esta vez haya sido un gran contratiem­po.

Desde mi rincón apelo a sus señorías a dejar de lado esos tacticismo­s y ponerse manos a la obra, y les aporto algunas claves: reconversi­ón económica, empleo digno, refuerzo del sistema de autónomos, oportunida­des para todos, planes de empleo, economía social…

Prioricen que quienes formamos parte de la población activa tengamos un trabajo, por favor.

*Socióloga

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