El Periódico Aragón

Fallece el impulsor del Aragón autonómico

El primer presidente de la Diputación General muere a punto de cumplir 91 años Sus reivindica­ciones aragonesis­tas le hicieron dimitir y dejar la UCD por el PAR

- ANTONIO IBÁÑEZ antonioi@aragon.elperiodic­o.com ZARAGOZA

Juan Antonio Bolea Foradada fue la primera persona que izó la cuatribarr­ada que desde entonces ondea vigorosa junto al monumento al Justicia de la zaragozana plaza de Aragón. Lo hizo el 23 de abril de 1978 junto a más de 200.000 aragoneses que aquel día histórico salieron a la calle para reclamar la autonomía plena y reivindica­r para la comunidad el máximo nivel de autogobier­no. La entidad del Aragón democrátic­o comenzó con ese gesto y su posterior desarrollo no se podría entender sin la figura de este hombre, primer presidente de la Diputación General de Aragón, que ayer falleció poco antes de cumplir 91 años. Mantuvo la lucidez hasta hace unos días, en los que las complicaci­ones de un infarto acabaron con su vida en un hospital de Zaragoza.

Juan Antonio Bolea Foradada (Ayerbe, 1930-Zaragoza, 2021) atesoraba algunas de las cualidades que más se demandan a los políticos y que más se echan en falta hoy en día: sólida preparació­n, capacidad de diálogo, inconformi­smo desde la moderación, voluntad de llegar a acuerdos con el contrario y una independen­cia que le llevó incluso a enfrentars­e con el partido en el que inició su carrera política, la UCD, porque antepuso sus ideas y su compromiso colectivo a cualquier disciplina y beneficio propio.

En 1999 se retiró, ya como diputado en las Cortes del PAR, de la política, aunque siguió participan­do discretame­nte de la vida interna de su partido y de los actos institucio­nales en los que se requería su presencia. Sus últimos años los dedicó a la lectura y a una de las cuestiones en las que era el mayor experto, el régimen jurídico de las comunidade­s de regantes. La compleja planificac­ión hidrológic­a fue una de sus especialid­ades y su libro Las comunidade­s de regantes, publicado en 1998, es un documento de referencia que hace cinco años actualizó con la inclusión de todas las normas jurídicas existentes sobre la materia.

Sus raíces se encuentran en el Alto Aragón, entre la localidad cinqueña de El Pueyo de Santa Cruz y el Ayerbe en el que nació, el 30 de marzo de 1930. Inició sus estudios

franquismo lo reclamó durante su discurso de ingreso a la Institució­n Fernando el Católico, en 1973. Bajo el título Perspectiv­as de la descentral­ización, abogaba por la necesidad de reconocer el hecho regional y la personalid­ad de Aragón para participar en política. Como él mismo reconocía, fue seducido por Luis del Val, José Luis de Arce y Carmen Solano para incorporar­se a la UCD, partido por el que fue diputado en la primera legislatur­a y senador en la siguiente. Una etapa corta, (1977-1981), pero suficiente para inventar el Aragón institucio­nal.

Tras las primeras elecciones el 15 de junio de 1977, se constituyó una asamblea de Parlamenta­rios de Aragón en la que Bolea tuvo un papel activo. Se acordó que Aragón no renunciaba a tener la misma velocidad competenci­al que País Vasco y Cataluña y así se ratificó en Alcañiz, con autoridade­s catalanas, el 30 de agosto de 1977.

Pero entonces empezó la primera decepción, ya que aunque Bolea siempre pensó que el partido de Suárez era autonomist­a, los acuerdos con el PSOE de Felipe González relegaron a Aragón a una vía lenta que ha sufrido hasta hoy. Fue un sinsabor para un hombre que siempre pensó que en Aragón faltó fuerza interna para reivindica­r con firmeza unos derechos que le correspond­ían a Aragón. Su propio partido en Teruel impulsó que los ayuntamien­tos se opusieran a la vía rápida de la autonomía, en contra de lo que él deseaba. Las tres diputacion­es provincial­es y 529 municipios rechazaron, frente a 137, que Aragón optara al máximo desarrollo de autogobier­no. Esa amarga votación condenó a Aragón a la segunda división autonómica y no pudo ascender a la primera hasta el 2007.

Bolea quedará en las páginas de la Historia porque el 9 de abril de 1978 fue elegido presidente de la primera Diputación General de Aragón. Fue en la iglesia de San Pedro de los Francos de Calatayud, en un ambiente de fervor popular y en el que se tomaron las dos primeras decisiones. El 23 de abril sería el Día de Aragón y la bandera de Aragón sería la cuatribarr­ada. Bolea

convocó una gran manifestac­ión popular para conmemorar el primer día de la comunidad y reclamar la autonomía plena. Y en Calatayud exhibió una bandera aragonesa artesana cosida por Herminia Blanco y Miguel Dalmau, que hoy se exhibe en la sala de retratos del Pignatelli. Junto a Bolea, el socialista Jaime Gaspar fue el vicepresid­ente y José Ángel Biel fue el secretario general de un gobierno que estaba formado por una asamblea de parlamenta­rios de doce miembros.

Estaba todo por hacer y así lo demuestra que la primera decisión fue elaborar el primer mapa oficial con los límites de Aragón y asumir las primeras competenci­as otorgadas por el Gobierno central en un camino que 40 años después aún no se ha cerrado.

Bolea abrió los debates que han marcado la agenda política aragonesa posterior y muchos de ellos aún no se han cerrado. Es paradójico que por poco no verá la resolución de dos aspectos capitales en los que él tomó parte: el Canfranc y la devolución del arte sacro. De hecho, en el segundo Consejo de Gobierno que presidió, el 13 de mayo de 1978, se dirigió a la Nunciatura y el Ministerio de Justicia para reclamar que las parroquias aragonesas volvieran a las diócesis de la comunidad, y poco tiempo después, en 1981, se dirigió para la recuperaci­ón de todo el patrimonio. Asimismo, como diputado en el Congreso su primera iniciativa fue reclamar la reapertura del Canfranc. Conexiones ferroviari­as y, por supuesto, una planificac­ión hidrológic­a que incluyó el desarrollo de los regadíos como herramient­a vertebrado­ra del medio rural, impulsando Bardenas, Aragón y Cataluña o Monegros II. También, entre 1978 y 1981 durante su presidenci­a Aragón se adhirió a la petición del Nobel de Ramón J. Sender o presionó para que Cataluña introdujer­a en su Estatuto que Aragón tenía pleno derecho también sobre el Archivo de la Corona. Defendió a capa de espada, incluso enfrentánd­ose al Ayuntamien­to de Zaragoza, la llegada a Figueruela­s de la GM.

Fue un hombre tenaz y de firmes conviccion­es, cuya oposición radical a los trasvases que quiso impulsar su propio Gobierno (al que presentó una enmienda a la totalidad) y su reivindica­ción autonomist­a le hicieron enfrentars­e a la UCD, que le puso la cruz. Pero antes de que le defenestra­ran, Bolea optó por abandonar en 1981 el partido. Fue en pleno proceso de elaboració­n del primer Estatuto de Aragón, en el que apostaba decididame­nte por reconocer a la comunidad como «nacionalid­ad histórica». Su sintonía con Hipólito Gómez de las Roces, presidente del PAR, y la coincidenc­ia en sus enmiendas, hicieron que se uniera a este partido, que ya no abandonó. El Aragón autonómico sería impensable sin la obstinació­n de este hombre afable y valiente, también discreto, que sentó las bases del Aragón que hoy conocemos.

Reivindicó la vía rápida para Aragón, y la «nacionalid­ad histórica»

Sus primeras decisiones fueron por el Canfranc, el regadío o el arte sacro

 ?? ROGELIO ALLEPUZ ??
ROGELIO ALLEPUZ
 ?? EL PERIÓDICO ?? En el 2018, Bolea recibió el homenaje de la DGA en el 40 aniversari­o de su creación.
EL PERIÓDICO En el 2018, Bolea recibió el homenaje de la DGA en el 40 aniversari­o de su creación.
 ?? EL PERIÓDICO ?? Izado de la bandera de Aragón, el 23 de abril de 1978. ((
EL PERIÓDICO Izado de la bandera de Aragón, el 23 de abril de 1978. ((
 ?? EL PERIÓDICO ?? Con su hijo Juan, el día que fue distinguid­o como Aragonés de Honor.
EL PERIÓDICO Con su hijo Juan, el día que fue distinguid­o como Aragonés de Honor.
 ?? X ?? Tarradella­s y Bolea reforzaron los vínculos políticos entre Aragón y Cataluña.
X Tarradella­s y Bolea reforzaron los vínculos políticos entre Aragón y Cataluña.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain