Joe Biden pide actuar contra las armas tras una nueva masacre
Un pistolero de 21 años acaba con la vida de 10 personas en un súper en Colorado El tiroteo se produce solo seis días después de otro en Atlanta con 8 muertos
La liturgia es siempre la misma: masacre indiscriminada, palabras vacías de la clase política e inacción legislativa. Una dinámica que quiere romper el nuevo presidente de Estados Unidos, como antes hicieron sin demasiado éxito algunos de sus predecesores. Horas después del segundo tiroteo de masas en menos de una semana, Joe Biden pidió al Congreso que tome medidas para endurecer la tenencia de armas, una de las aspiraciones de su partido. «No necesito esperar un minuto ni una hora más para adoptar medidas de sentido común que nos ayuden a salvar vidas en el futuro», dijo. «Tenemos que actuar ya».
Este último suceso se produjo en un supermercado de Boulder, una pequeña ciudad universitaria a los pies de las Montañas Rocosas, en Colorado. Un hombre armado desató el terror en una gran superficie, disparando aparentemente de forma indiscriminada, según el relato de algunos testigos. La policía confirmó la muerte de 10 personas, entre ellas uno de sus agentes, con edades entre los 20 y los 65 años. El autor de la masacre fue detenido después de que policías y fuerzas especiales rodearan el centro comercial y se fajaran con el pistolero.
«Es una tragedia y una pesadilla para el condado de Boulder», dijo el fiscal del condado, Michael Dougherty. El incidente acaeció pasadas las dos de la tarde en un supermercado de la cadena King Soopers, sin que se conozcan los motivos de este nuevo tiroteo, que llega seis días después de que un hombre de 21 años matara a ocho personas en tres salones de masajes en el área metropolitana de Atlanta, la mayoría, mujeres asiático-americanas. También en este caso el autor de la matanza es un varón de 21 años, identificado como Ahmad Ali Aliwi Alissa, y acusado de una decena de cargos de homicidio.
Durante su alocución, Biden reclamó al Congreso que adopte medidas para prohibir los rifles de asalto y los cargadores de alta capacidad, rifles semiautomáticos como el AR-15 que portaba el autor de esta última matanza. El demócrata instó también a los legisladores de la Cámara alta a refrendar un par de leyes tramitadas en la Cámara de Representantes para endurecer los controles de seguridad a los compradores de armas. «Este no es un asunto partidista, es un asunto estadounidense», afirmó el presidente. No será fácil, porque los republicanos tienden a bloquear cualquier iniciativa para endurecer las leyes, a pesar del continuo goteo de tragedias que asuelan al país.
Y cuando el veto no llega de los republicanos, llega de los tribunales, como sucedió en Boulder. Este mes un juez del distrito revocó la prohibición contra las armas de asalto alegando que no tiene jurisdicción para adoptar una medida semejante. «Es una absoluta tragedia», dijo la vicepresidenta, Kamala Harris. «Eran 10 personas ocupándose de sus asuntos, viviendo sus vidas sin molestar a nadie, así como un policía que hacía su trabajo con gran coraje y heroísmo».
El asaltante resultó herido en el tiroteo con la policía y fue trasladado al hospital, donde se recupera. Imágenes de vídeo registraron cuando salió del supermercado por su propio pie, esposado, vestido solo con ropa interior y con la pierna ensangrentada.