El PP insta a la DGA a que negocie antes de suprimir los trenes
La polémica por la decisión del Gobierno de Aragón de dejar de financiar los trenes regionales se mantiene viva pese a que el Ejecutivo regional ha decidido posponer su decisión dos meses. Un tiempo que para el PP es crucial y por eso instó ayer al consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno aragonés, José Luis Soro, a que «negocie antes de cerrar los trenes» de Teruel-Caudiel (Valencia), Huesca-Jaca, Caspe-Fayón y Zaragoza-Lérida.
Teniendo en cuenta que tanto en el Gobierno central como en el autonómico está al frente el mismo partido, el PSOE, para los conservadores «resulta difícil de entender su incapacidad para ponerse de acuerdo sobre la prestación de los servicios ferroviarios en la región, pero más aún que el Ejecutivo autonómico no aporte alternativas salvo el cierre».
Según el PP, «si queremos de verdad cohesión territorial, dejar de pagar unas líneas y de prestar el servicio, sin alternativa no tiene sentido».
El PSOE de Binéfar rechaza la decisión de Soro de dejar de financiar los regionales
No son los únicos que piden a Soro que se siente a negociar para evitar que estas líneas desaparezcan. El PSOE de Binéfar ha presentado una moción al pleno para instar a la consejería de Vertebración a que mantenga el tren que pasa por la localidad. Lo hace el mismo partido con el que Soro, de CHA, gobierna en Aragón.
En el texto de la moción, los socialistas se oponen a la alternativa de que un autobús realice el recorrido correspondiente porque «es más lento, menos seguro, más incómodo y menos ecológico».
Otra de las formaciones que forman parte del cuatripartito, el PAR, solicitó ayer al ministro de Transportes, José Luis Ábalos, aprovechando su visita a la inauguración de tramo Figueruelas-Gallur de la A-68, que «asuma el coste del mantenimiento de las líneas deficitarias en la comunidad aragonesa».
La formación admitió que la posible supresión de estos servicios «iría en contra de las directrices de ordenación territorial y supondría un brusco y peligroso frenazo al desarrollo del mundo rural».