Nuevo enfrentamiento entre la UE y la farmacéutica AstraZeneca
El hallazgo de 29 millones de vacunas en un almacén en Italia desata otra tormenta política Páginas 25 y 26 El Ejecutivo comunitario exige transparencia y que la empresa aclare las dosis que ha producido y para quién
El malestar y la desconfianza en la Unión Europea con la farmacéutica anglosueca AstraZeneca sigue creciendo de forma imparable. El hallazgo de 29 millones de dosis de su vacuna contra el covid19 en una planta de la multinacional estadounidense Catalent en Anagni, cerca de Roma, este pasado fin de semana ha desatado una nueva tormenta política por la falta de transparencia con la que actúa la compañía, que firmó el año pasado un contrato para la distribución entre los Veintisiete de 300 millones de dosis –más 100 millones adicionales– pero que sigue muy lejos de cumplir.
El cargamento afloró durante una inspección realizada este pasado fin de semana por los carabineros, tras la petición del comisario de industria, Thierry Breton, al primer ministro italiano, Mario Draghi, para verificar algunos lotes de antídotos ubicados en esta planta y que suman las suministradas por la empresa entre enero y marzo. El origen de la investigación, según destapó ayer el diario italiano La Stampa, está en una visita de Breton a la fábrica de la empresa Halix en Países Bajos, que también utiliza la farmacéutica AstraZeneca en su cadena de producción.
Esta fábrica está todavía a la espera de obtener la autorización de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) por lo que su producción no puede destinarse a los Veintisiete, pero sí al Reino Unido que ya ha recibido remesas de la planta en los últimos meses. Fue tras esta visita cuando Bruselas solicitó la intervención de Italia, el único país que ha utilizado hasta ahora el mecanismo para prohibir exportaciones de vacunas para impedir la salida de 250.000 dosis de AstraZeneca con destino a Australia.
Aunque según el citado diario el destino de parte de las vacunas era el Reino Unido, fuentes del Gobierno italiano explicaron que tenían como destino un centro logístico de Bélgica, para ser distribuidas entre Europa y los países del programa Covax, que integran países con bajos ingresos y que tendrían muy difícil acceder a la inmunización sin el apoyo internacional. La misma explicación que dio la empresa que insistió en que las únicas exportaciones previstas son a los países Covax, rechazando que el envío fuera para el Reino Unido, un extremo que Londres niega también.