El reñido recuento aleja al Likud de la mayoría
Los cinco diputados del islamista Ra’am, claves para el Gobierno
El futuro político de Netanyahu parece estar en manos de un islamista. En otros comicios sin resolver el bloqueo político, el escrutinio de casi el 90% de los votos no da una mayoría al primer ministro. La entrada del partido islamista Ra’am con cinco asientos alejaría al Likud de la mayoría de 61 escaños, aún con el apoyo del ultraderechista Yamina. En este escenario, aún por confirmar, Israel podría ser protagonista del gobierno más derechista de su historia gracias al apoyo del líder árabe, o verse abocado a unas quintas elecciones este verano.
«No debemos arrastrar al estado de Israel a otros comicios», insistía el primer ministro interino, «debemos formar un gobierno estable ahora». Con 59 escaños, el mandatario más longevo de la historia del Estado hebreo sabe que no puede ser investido solo con sus tradicionales aliados religiosos y de la ultraderecha. Aún quedan unos 450.000 votos por contar, como los de los pacientes hospitalizados, infectados o las personas en cuarentena. Los resultados definitivos llegarán el viernes.
Mansour Abbas será el nombre clave en los próximos meses en Israel. Tras las cuartas elecciones en dos años parece que al final la formación de gobierno sí dependerá de un partido minoritario. Los cinco escaños de la islamista Lista Árabe Unida (Ra’am, por sus siglas en hebreo), escindida de la Lista Conjunta Árabe, darían a Netanyahu un extraordinario gabinete. Varios miembros del Likud ya han expresado su oposición a negociar con el líder árabe.
Con 13 partidos en la fragmentada Knesset, el Parlamento israelí, las formaciones están pendientes de hasta el último voto escrutado. El bloque anti-Netanyahu suma 56 escaños y también podrían tener mayoría si se une Ra’am. Pero las diferencias ideológicas dificultarían la legislatura con miembros de ultraderecha, centro e izquierda. Abbas ha declarado que no se inclina por ninguno de los dos bloques. Su prioridad es que las demandas de los árabes, el 21% de la población de Israel, sean escuchadas.