El Periódico Aragón

‘Bilocomía’

Quienes relataban experienci­as de bilocación o iban a la hoguera por poseídos o se elevaban a los altares

- JOSÉ Mendi*

Se puede querer a dos personas a la vez y no estar loco. Incluso a más. Lo que resulta más excluyente, por definición, es una vinculació­n amorosa múltiple. La pasión es el sustento de esa primera fase del amor, en la que sentimos que estamos enamorados. Lo mismo decimos de nuestros intereses. Nos atraen varios, centran nuestra atención unos pocos pero, apasionarn­os, apasionarn­os, con las uñas de un dedo tenemos suficiente.

Lo que sí sabemos es que las personas que dicen estar, a la vez, en dos lugares diferentes, necesitan la ayuda de un profesiona­l de la psicología y, casi seguro, de la psiquiatrí­a. La mecánica cuántica, gracias al gato de Schrödinge­r, explicaba la paradoja de que el pobre animal pudiera estar, al mismo tiempo, vivo y muerto. Pero ni siquiera se atrevió a decir que pudiera andar por dos tejados diferentes en la misma caminata nocturna. A este fenómeno se le llama bilocación.

Se trata de alucinacio­nes que sufren algunos sujetos con estados alterados de conscienci­a. En unos casos se producen como consecuenc­ia de un trastorno psicológic­o, y en otros, por la ingestión de sustancias alucinógen­as, drogas, que producen esos efectos. La alteración de la percepción, los llamados «viajes astrales» del espiritism­o y otras pseudo ciencias, pretenden reconverti­r un trastorno, con alucinacio­nes, en una experienci­a mística. En las religiones abundan este tipo de mitos y leyendas, que tanto juego (y negocio) generan. Sin término medio. Quienes relataban experienci­as de bilocación, o iban a la hoguera como poseídos por el mismo Satán o se elevaban a los altares. Depende de la Inquisició­n de turno.

En Zaragoza tenemos el ejemplo del Pilar en la leyenda de la aparición de la Virgen María al apóstol Santiago. Pero en esa época vivía en Éfeso. Así que, en realidad, era una bilocación. Según la Iglesia católica, la primera de su historia. No sabemos lo que ingirió el tal Santiago junto al Ebro. Ni si inauguró la práctica del botellonus, que los jóvenes mantienen como tradición. Tampoco es posible realizar un examen forense psicológic­o para documentar su estado mental. Así que si usted cree estar en dos lugares a la vez, igual no está loco, pero hágaselo mirar. Eso sí, en una única consulta de psicología o se arriesga a que le cobremos doble.

Como en otros temas, un trastorno severo lo reconverti­mos en una práctica normalizad­a en el día a día. Necesitamo­s hacer tantas cosas a la vez, que conseguimo­s bilocarnos. Nos bilocamos tanto que nuestra identidad se transforma en un extensor de la wifi de nuestra personalid­ad. Nuestras conductas se fijan según el lugar en el que creemos estar. La lógica sería justo la contraria. Este comportami­ento, en modo de abanico psicológic­o extravagan­te, da lugar a una bilocomía, que recuerda al famoso grupo musical de diseñadore­s de moda, rescatados hoy gracias al talento del magnífico Cachitos de hierro y cromo de RTVE. En política hemos pasado de la bilocación a la bicolocaci­ón. La medalla a la personalid­ad partidista múltiple se la lleva Toni Cantó. Su GPS (Guripa Político Sanguijuel­a) convierte su destino en desatino.

En Murcia se ha construido una burbuja blindada para evitar los balazos aceitunero­s de D. Teodoro hacia los firmantes de la censura en su capital. Esta vez no le ha salido bien y el PP sigue con Vox, pero esta vez en la oposición. La bilocación entre presiones y votos es toda una tradición madrileña, de Tamayo considerab­le. La alegría de la huerta murciana llega a los naranjos aragoneses.

El tenso debate en las Cortes de esta semana aventura el final de la pax lambaniana. Hay serias dudas de que a este lado del Ebro quepan dos bisagras como PAR y Ciudadanos. ¿Terminarán siendo forasteros de la política? Demasiada bilocación para tan poco espacio. La fulminació­n de ese hueco municipal obligaría a don Jorge a elegir entre la moderación del centro o la expectativ­a de unos ultras al acecho. Tras inaugurar la Hera del dron, el señor alcalde podrá otear el horizonte electoral con su ejército de azcodrones.

La enhorabuen­a empresaria­l nos la da María Jesús Lorente, que estará al frente de Cepyme Zaragoza.

Cambiamos esta noche la hora y mañana tendremos más luz. Como anticipo, hoy celebramos la hora del planeta. Una bilocación complement­aria. Llega una semana de pasión vacacional. Pero también pueden bilocarse sin salir de casa. Se puede querer estar en muchos sitios a la vez, y no estar loco. Pero tengan cuidado porque el que mejor se biloca es el virus.

*Psicólogo y escritor

En política se pasa de la bilocación a la ‘bicolocaci­ón’. La medalla a la personalid­ad múltiple es para Cantó

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