Colaborativa, el trabajo diario que no se escucha tras el ruido de la confrontación
en los ayuntamientos como el de Belver de Cinca, donde es concejal desde hace 8 años. «Se hace mucho bien a la sociedad desde la política y eso no se ve porque nos centramos en los discursos enfrentados», señala. cultad de acceso a una vivienda y a la emancipación. Y una incertidumbre constante tras dos crisis económicas cuando debían ingresar en el mercado laboral que eleva los problemas de salud mental. «Somos una generación que no se resigna, pero a la que tampoco se le están poniendo las cosas fáciles», resume Gaudes. Martín piensa que se está trabajando para paliar alguno de estos problemas. «Se ha incrementado el parque de vivienda pública y el Instituto aragonés de la Juventud inicia una consultoría sobre bienestar emocional para jóvenes», indica.
Para Remiro, «la crisis del covid puede ser una oportunidad para buscar soluciones, pero hace falta voluntad y valentía para desmontar inercias de décadas» y cree que «los problemas de la juventud son los de la sociedad, pero por desgracia, amplificados». Poy plantea soluciones al tema de la vivienda, como la creación de una «bolsa de viviendas privadas gestionadas desde un organismo público».
Y todos coinciden en la importancia de acompasar el sistema formativo y el mercado laboral. «Tenemos que lograr que el talento se quede en Aragón», reflexiona Lera. Y Yodi lamenta que la juventud «no está en la agenda política porque no tenemos peso para votar: hay 9 millones de votos de jubilados frente a 2 millones de jóvenes». El futuro postpandemia es el reto, pero líderes no faltan.
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