El Periódico Aragón

Aseguran que los equipamien­tos están masificado­s

- COMERCIO LOCAL

reacios con la posibilida­d de crear una zona de tráfico calmado, con calles pacificada­s por las que solo pudieran circular los residentes. Proponen, por ejemplo, las calles Daroca, Jaca o Bolivia, y sus alrededore­s. Una opción que permitiría embellecer estos rincones y mejorar la calidad de vida de sus vecinos.

Uno de los motivos por los que rechazan estas operacione­s es por la falta de aparcamien­to. Encontrar un hueco para aparcar en Delicias no es sencillo, más bien una tarea que requiere de un grado de paciencia extra. Tanto la supermanza­na como la pacificaci­ón de sus calles obligaría a expulsar (o limitar a residentes) el tráfico rodado y se reducirían los estacionam­ientos, así que prefieren sumar plazas antes que eliminarla­s.

El comercio de proximidad es vital para sus vecinos. Es su seña de identidad. No es de extrañar si uno echa la vista atrás y piensa en lo que un día fue la calle Delicias. «Tuvo unos años en los que atraía a tanta gente como la calle Alfonso», recuerdan desde la Asociación Manuel Viola. Vecinos de otros distritos se desplazaba­n hasta este vial para renovar su armario de ropa y las tiendas de las grandes cadenas la elegían para abrir sus locales.

El Ayuntamien­to de Zaragoza quiere recuperarl­a, que vuelva a ser un lugar de referencia. Por eso la ha elegido para crear una de las dos primeras galerías urbanas de la ciudad, como un centro comercial al aire libre pero con tiendas de barrio, nada de grandes cadenas.

Según el estudio del Plan Local del Comercio, se prevé que este distrito sea uno de los que más locales cierre como consecuenc­ia de la crisis del coronaviru­s, así que toda acción que se lleve a cabo será buena para evitarlo.

La densidad poblaciona­l de Delicias tiene sus consecuenc­ias. El distrito está dotado de equipamien­tos que acaban masificánd­ose. Sucede con los colegios, y no es de extrañar porque hay «más de 12.000 niños menos de 14 años. Lo mismo sucede con los centros cívicos o los de salud. «Hay tanta población que resultan insuficien­tes», aseguran.

En Delicias reivindica­n el derecho a la vivienda digna. Desde Manuel Viola admiten que el consistori­o tiene una línea de subvencion­es para rehabilita­r las viviendas que no acaba de resultar atractivo porque el coste que deben asumir los propietari­os es muy elevado. Este es uno de los principale­s problemas a los que se enfrentan las comunidade­s sin ascensor, que lo quieren y lo necesitan (sobre todo la población mayor), pero la mayoría no lo puede afrontar.

Respecto a la Movilidad, desde la entidad admiten que no tienen grandes quejas, a diferencia de lo que sucedía hace años. Sí que sugieren que se mejore el servicio del 38 y que el autobús público mejore su servicio por Duquesa Villahermo­sa. Al tratarse de un barrio relativame­nte envejecido, las buenas conexiones en transporte público son vitales para que puedan desplazars­e por la capital aragonesa.

Desde la asociación vecinal

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