Viñales fulmina a las Ducati con un pilotaje prodigioso
El español se rehace tras una mala salida y arrolla a las motos más rápidas en la primera carrera
Pues si el Mundial 2020, víctima de la pandemia, víctima de la lesión del gran, del inmenso, Marc Márquez (Honda), víctima de tener que repetir carreras en un mismo circuito, fue el escenario donde hubo más vencedores que nunca, hasta nueve, el campeonato de este año parece que, si no lo remedia Magic Marc, va a volver a tener un puñado de ganadores brillantes, pues la carrera inaugural de ayer, en Losail (Catar), ganada de forma impresionante, ¡por fin!, por un Maverick Viñales arrollador, pese a su mala salida, dio la impresión de que tenía en su interior, es decir, en el grupo cabecero, a un montón de candidatos a la victoria.
Viñales, que se pasó los últimos meses del 2020 y primeros de este año viviendo en Doha y entrenándose en el trazado de Losail, protagonizó ayer una victoria primorosa y, sobre todo, importantísima para él, su equipo, que ha incorporado al temible Diablo Fabio Quartararo para meterle miedo, y su candidatura al título de MotoGP, que no lideraba desde hace cinco años.
Tras una mala salida, ¡jamás sale bien! («las Ducati salen como misiles»), MVK remontó de forma brillante, poco a poco, a la estela de Quartararo y, cuando tuvo a
Pecco Bagnaia, Johann Zarco y Jack Miller, las tres poderosas Ducati, a tiro, se los merendó de un bocado. Y, a partir de ahí, Viñales volvió a ser MVK. «Cuando he pasado a Pecco y he visto +0.4, he tirado como un loco y he podido hacer tres vueltas de time attack y coger la ventaja que me ha permitido ganar», explicó el vencedor.
El podio, cómo no, lo completaron, gracias a su impresionante motor, dos Ducati Desmosedici, en efecto, las de Zarco y Bagnaia, que fulminaron a Joan Mir (Suzuki), el campeón que recuperó terreno, saliendo desde la décima posición y, en la última recta, en los últimos metros, el campeonísimo mallorquín fue fulminado por las Ducati de Zarco y Bagnaia, dos aviones con ruedas, que no pudieron ganar pero sí completar el podio como mosqueteros de Viñales, el gran vencedor. Es evidente que, pese a ese segundo y tercer puesto, esa plata y ese bronce, a Ducati y, muy especialmente, a su nuevo jefe Jack Miller, el primer GP sabe a derrota, pues no olvidemos que el piloto que no quisieron renovar, el italiano Andrea Dovizioso, habían ganado en el 2019 y 2018.
«Me siento el hombre más feliz del mundo en estos momentos y no solo porque he ganado la primera carrera del año sino porque, como ya todo el mundo sabe, voy a ser papá», empezó diciendo Viñales. «La verdad es que el inicio de carrera ha sido un desastre porque
ASÍ VA EL MUNDIAL