La Copa del fútbol vasco
Athletic y Real Sociedad dirimen este sábado el título del 2020 en una final igualada y sin público
El Athletic Club y la Real Sociedad disputan este sábado (21.30 horas. Telecinco) en el estadio de La Cartuja de Sevilla la final de la Copa del Rey, aplazada el año pasado por la pandemia con la intención y el deseo de que se jugara con público, lo que finalmente no ha sido posible. Con esta y con la de catorce días después, el 17 frente a Barcelona, correspondiente a la actual temporada, el Athletic suma un total de 41 finales de Copa, con 23 títulos en sus vitrinas, por los 30 del Barça, y Marcelino García Toral, vigente campeón en el 2019 del torneo con el Valencia, busca revalidar ese título, mientras que la
Real Sociedad quiere conseguir un trío de Copas en la séptima final de este torneo que ha alcanzado en sus casi 112 años de historia con un balance de cuatro derrotas, todas ante el Barcelona, y dos victorias.
Se trata de la gran fiesta del fútbol vasco y eso ya se dejó notar ayer, por ejemplo, cuando varios cientos de aficionados, decenas de ellos en una caravana de motos, despidieron al Athletic Club en Lezama antes de su viaje a Sevilla. De hecho, el vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, se lamentó y mostró su pesar por esas imágenes de los aficionados del Athletic y pidió que se celebre la final de la Copa del Rey con responsabilidad, dado que la situación sanitaria «aún es grave y muchas personas han perdido la vida por la covid-19 y otras miles están sufriendo sus consecuencias», aseguró en redes sociales.
En el plano meramente futbolístico, el Athletic es un equipo definido y con roles muy claros, aunque con dudas en un centro del campo en el que Marcelino aún no ha determinado claramente su pareja titular en el doble pivote. Parecía que, de cara a las finales, había ganado la partida el dúo Unai López-Mikel Vesga a Dani García y Unai Vencedor. Pero ahora el abanico está más abierto. En defensa, por delante del meta internacional Unai Simón, la línea de cuatro será la conformada por Óscar de Marcos, Yeray, Íñigo Martínez y Yuri.
En ataque, al llegar Marcelino dejó claro que tenía un tridente titular. El de los acreditados Iker Muniain, Raúl García e Iñaki Williams. Raúl y Williams, la pareja más adelantada, aguantan incluso la competencia de Asier Villalibre, goleador y casi hasta talismán cuando sale al campo. Y hay un cuarto atacante titular indiscutible: Álex Berenguer, de cada vez mayor protagonismo goleador en el conjunto bilbaíno.
EL TRIPLETE DE MARCELINO La final es especial para Marcelino, ya que el extécnico zaragocista acude a ella como vigente campeón y con el aval de haber logrado ya un título con el equipo rojiblanco nada más llegar a Bilbao a mitad de temporada, la Supercopa.
Marcelino ganó la última final de Copa disputada, la de 20182019, como entrenador del Valencia e imponiéndose 2-1 al Barcelona entonces dirigido por otro exitoso técnico reciente en el Athletic: Ernesto Valverde. Ahora, puede alzar la del 2020 y, dentro de dos semanas, el 17 de abril, la del 2021, un triplete histórico para el técnico natural de Careñes.
Mientras, la Real Sociedad cuenta con una fábrica de jugadorazos en su cantera de Zubieta cuya última hornada, con el internacional Oyarzabal como referente, ansía reverdecer las viejas glorias de este club histórico, doble campeón de Liga y Copa y uno de los fundadores del torneo español.
Jovencísimos jugadores, curtidos en las categorías inferiores, como Gorosabel, Zubeldia, Le Normand, Guevara, Zubimendi y Barrenetxea (estos dos últimos internacionales sub-21), se han convertido en poco tiempo en pilares del equipo, junto a los más veteranos Illarramendi y Zaldua, y un puñado de acertadísimas incorporaciones, entre las que destacan el campeón del Mundo David Silva, Nacho Monreal, Mikel Merino, Isak, Remiro, Portu y Januzaj. A todos ellos se une un zaragozano, Roberto López, aunque en los últimos meses ha perdido mucha presencia en los planes de Imanol Alguacil en la Real Sociedad.
Alguacil, que podrá contar en la final con un jugador vital como Mikel Merino, que ayer ya se ejercitó con normalidad tras diez días fuera del trabajo del equipo y que también recupera a los internacionales Isak y Oyarzabal, es otro de los protagonistas de la final de Copa, ya que ha alcanzado la élite del fútbol después de superar todos los escalafones en las instalaciones de Zubieta. Imanol fue un jugador profesional en la década de los 90 solvente y corajudo. El éxito le llegó de forma accidental, mientras cumplía etapas con la base. Tras la destitución de Eusebio en marzo del 2018, Jokin Aperribay sacó un conejo de la chistera, al subir desde un filial que peleaba por el ascenso a Segunda a Alguacil, que puede hacer campeón de Copa a la Real por tercera vez.
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