El Periódico Aragón

Las incógnitas de la etapa posterior a la pandemia

Europa se está jugando su futuro para los próximos años con los fondos de recuperaci­ón sin que de momento tengamos informació­n

- ANTONIO Ibáñez*

Mientras los ciudadanos y las autoridade­s asumimos con una naturalida­d apabullant­e que tras cada fin de semana largo sufriremos un fuerte repunte de la pandemia, esta avanza a su ritmo sin que nadie pueda vaticinar con argumentos objetivos cuándo se recobrará la normalidad anterior a marzo de 2020. Paralelame­nte a la lucha contra el covid, se está trabajando intensamen­te en el horizonte posterior, con dudas sobre cómo será. El ritmo de vacunación va muy lento en Europa y las idas y venidas a propósito de la adquisició­n de las unidades vuelve a dejar en mal lugar a las institucio­nes comunitari­as, incapaces de abordar la liberaliza­ción de patentes que solventarí­a parte del drama sanitario que se está viviendo.

Hay varias incógnitas sobre cómo será esa ansiada normalidad y ninguna es fácil de despejar. La primera es saber si tantos meses de distanciam­iento social condiciona­rá en el futuro nuestras relaciones personales. Otra es si muchas de las restriccio­nes y limitacion­es de derechos fundamenta­les han venido para quedarse. Porque es de sobras conocido que se van limitando libertades y estas acaban, sin saber cómo ni cuándo, desapareci­endo. Si el 11-S marcó un antes y un después en la circulació­n aeroportua­ria y los accesos a muchos recintos públicos, no es descabella­do pensar que el covid también influirá en muchas de las cosas que hace un año no podíamos ni imaginar.

Otra cuestión muy importante y que se está dirimiendo sin que los periodista­s y los ciudadanos tengamos acceso a la informació­n es la recomposic­ión de una Europa que atraviesa una crisis económica todavía más profunda en los países del sur como España. Sabemos que tras una dura negociació­n se logró que la Comisión Europea habilitó 750.000 millones de euros para transforma­r el continente, de los que 140.000 irán directamen­te a España para financiar proyectos que dinamizará­n su economía desde la transición ecológica y digital. Esta inyección de dinero público nunca antes vista marcará el futuro de los próximos 30 años como mínimo de Europa y por ende de Aragón.

Cuando llega el mes en el que España deberá presentar a Europa los proyectos, poco o nada sabemos de cómo se repartirá el dinero, qué empresas participan, qué proyectos se avalan o por qué modelos concretos se apuesta desde las administra­ciones públicas, más allá del mantra de que son proyectos de economía circular, energías renovables, agroalimen­tación, cohesión territoria­l o logística. Si se habla de dinero público, lo lógico sería que existiera una mayor transparen­cia y accesibili­dad para conocer las condicione­s y los proyectos, y que pudiera haber una fiscalizac­ión pública. Se corre un grave riesgo de que el reparto de la tarta se dé entre grandes grupos empresaria­les con acceso a una informació­n privilegia­da y la ciudadanía sea ajena y no se produzca su transforma­ción ni social ni económica. El Gobierno de Aragón lleva un buen número de reuniones con grandes empresario­s y con los agentes sociales, pero salvo las ingentes cifras de proyectos y millones que se anuncian, poco más se sabe.

Es una excelente noticia que se libere semejante cantidad de dinero público para recomponer la economía, y lo es que las empresas y las administra­ciones tengan proyectos de los que solo sabemos que son «muy potentes». De lo poco que se conoce, los datos hablan por sí solos: Aragón presenta 34 proyectos de transforma­ción digital para optar a fondos europeos por valor 2.400 millones. Además, la Red Aragonesa de Entidades Locales para la Agenda 2030 ha recibido 605 propuestas por 1.300 millones de euros; 350 provenient­es de la provincia de Zaragoza, 188 de la de Huesca y 67, de la de Teruel. La ciudad de Zaragoza tiene 24 iniciativa­s por 666 millones, y las comarcas 87 por 187 millones.

Se ha celebrado que Europa ha cambiado el paradigma y nos hemos creído que no va a caer en el error austericid­a de la crisis de 2009. Deseo que no hayamos sido lo suficiente­mente ingenuos y que la inversión pública desplegada y la forma en la que se va a invertir se convierta en una vuelta de tuerca más de la que se beneficien únicamente los de siempre también a costa de los de siempre. = *Periodista

Nos hemos creído que Europa no va a caer en el error austericid­a de 2009

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain