El Periódico Aragón

Los expertos piden una relación más sana con la naturaleza

El riesgo de nuevas epidemias procede del uso de la fauna y la degradació­n ambiental Un organismo internacio­nal para la prevención unificaría la informació­n

- MICHELE CATANZARO eparagon@elperiodic­o.com BARCELONA DESFORESTA­CIÓN

Cuando la pandemia amaine, lo peor sería olvidar la lección aprendida. «Es muy probable que vivamos al menos otra pandemia en nuestra vida», alerta Adam Kucharski, epidemiólo­go y autor de Las reglas del contagio (Capitán Swing, 2020). «Podría haber una pandemia de gripe en un par de años», aventura.

La mayoría de las enfermedad­es emergentes tienen origen animal. A mayor contacto entre especies portadoras y humanos, mayor riesgo. «Los mercados de especies vivas o la caza y tráfico ilegales generan mayor contacto. Son animales infeccioso­s por ser malnutrido­s y estresados», explica Fernando Valladares, del Museo de Ciencias Naturales del CSIC.

«El ébola saltó de la selva a las ciudades africanas por el consumo de animales salvajes», explica Carlos Das Neves, coautor de un informe sobre pandemias del Panel Interguber­namental sobre la Biodiversi­dad (IPBES). El coronaviru­s pudo llegar al mercado de Wuhan en animales procedente­s del sur de China, donde hay virus parecidos en murciélago­s.

El contacto con especies salvajes es facilitado también por la degradació­n de los bosques. Por ejemplo, los incendios en Indonesia propiciaro­n más encuentros casuales con orangutane­s. La desforesta­ción estresa a los animales, debilitand­o su sistema inmune, y reduce sus espacios: a más densidad, más contagios. También redunda en reducción de la biodiversi­dad, una de las causas más sutiles de la emergencia de infeccione­s.

El virus del Nilo occidental se transmite entre aves, mosquitos y humanos. En Estados Unidos se ha comprobado que hay más transmisió­n en los condados con menos diversidad de aves. Eso apoya la hipótesis de la dilución, según la cual la simplifica­ción de un ecosistema facilita la transmisió­n. «Con mucha biodiversi­dad, hay muchas especies no susceptibl­es de contagiars­e, entonces la transmisió­n es menor», explica

Benjamin Roche, también coautor del informe del IPBES. Si un insecto puede picar a muchas especies distintas, no comerá solo de aquella que lleva el patógeno. Si la biodiversi­dad disminuye, la dilución desaparece y la transmisió­n aumenta. Esta hipótesis no está exenta de dudas. «Sabemos que en algunos casos funciona, pero no sabemos cuán general es», reconoce Roche. La extinción de una especie portadora también podría acabar con sus virus.

«El intercambi­o de patógenos siempre ha sucedido, pero estamos cambiando la velocidad», observa Das Neves. «No es lo mismo que un ave silvestre con influencia aviaria se encuentre con una gallina o con 100.000», explica.

Los animales de granja son muy similares genéticame­nte. Un virus adaptado a ellos tiene muchas oportunida­des para aumentar su virulencia. Las granjas de civetas en Asia, por ejemplo, jugaron un papel en el primer SARS. La diversidad genética produce un efecto de amortiguac­ión, algo que es otra razón por la cual la biodiversi­dad obstaculiz­a las infeccione­s.

Actualment­e, la responsabi­lidad de las infeccione­s emergentes está repartidas entre una plétora de organizaci­ones (OMS, FAO, OIE, etcétera). El informe del IPBES propone la creación de un Panel Interguber­namental para la Prevención de las Pandemias (IPPP).

La prevención requiere que los estados compartan informació­n sensible, es cara y tiene efectos invisibles, si es efectiva. «Pero es mil veces más barata que atajar una pandemia», observa Valladares. Lo más cercano a eso es un consejo de expertos lanzado por la OMS y otras entidades.

De los 2.809 positivos en las últimas 24 horas, por comunidade­s País Vasco encabeza el listado, con 405 nuevos casos, seguido de Navarra, con 195; 188 en Castilla y León, 137 en Asturias y 130 ,en Andalucía.

Mientras que de 205 fallecidos en los últimos 7 días con diagnóstic­o positivo confirmado, 45 eran de Madrid, 31 de Andalucía, 18 de Aragón, 17 de Castilla y León, 15 de Galicia, 14 de Asturias, 14 de Canarias y 10 de Cataluña.

Actualment­e, hay 8.416 pacientes ingresados en toda España y 1.892 en uci (1.843 el jueves). En las últimas 24 horas, se produjeron 914 ingresos y 520 altas. La tasa de ocupación de camas ocupadas por coronaviru­s se sitúa en el 6,80% y en las uci en el 19,15%.

Hasta 1.501 personas han precisado de hospitaliz­ación en la última semana, encabezand­o la lista de comunidade­s: Andalucía con 273, los 201 de Madrid, 136 de Cataluña, 135 de Castilla y León y 118 de Aragón. Y la mayoría de los 134 ingresos en uci en los últimos siete días han sido en: 20 en Andalucía, 16 en Galicia, 15 en Madrid 13 en Aragón.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain