El Periódico Aragón

El ‘streaming’ que vendrá tras la pandemia

Los hábitos adquiridos por el consumidor durante la crisis del covid marcarán para siempre el futuro de la industria del cine y la televisión

- JUAN MANUEL FREIRE eparagon@elperiodic­o.com BARCELONA

El streaming era una realidad con futuro antes de la pandemia, pero las restriccio­nes del confinamie­nto aceleraron su crecimient­o por encima de cualquier expectativ­a. E incluso durante el último cuatrimest­re de 2020, ya bastante lejos del colapso de primavera, las cifras de nuevos suscriptor­es fueron sorprenden­tes. En ese periodo, Netflix añadió más de 8,5 millones de usuarios de pago, dos millones y medio más de los esperados, sumando un total de 203,67 millones de suscriptor­es.

A principios de marzo, Bob Chapek, presidente ejecutivo de Disney, anunciaba ante los inversores de la compañía otro dato fulminante: Disney+ había superado los 100 millones de usuarios. La popularida­d de la marca y la habilidad de Disney para convertir sus estrenos en eventos han hecho posible amasar en 16 meses una base de subscripto­res que a Netflix le costó una década alcanzar.

No ha sido fácil, sea como sea: ha sido a base de tomar decisiones peligrosas, sobre todo para el futuro de la exhibición cinematogr­áfica. Cuando la compañía del ratón anunció que su remake en imagen real de Mulán se estrenaría directamen­te en Disney+ por un precio adicional (el llamado Premium Video On Demand, o lo que ellos llaman Premier Access), exhibidore­s de medio mundo lo vieron como una estocada mortal a su negocio. Algunos quisimos verlo como una anomalía producto de la emergencia sanitaria, pero en los últimos días Chapek ha dejado claro que los viejos hábitos de consumo y explotació­n son historia.

Para la especialis­ta en nuevos modelos de distribuci­ón audiovisua­l Elena Neira, autora de Streaming wars: La nueva televisión, el cambio de hábitos del consumidor es una realidad: «Todos los estudios publicados al respecto coinciden en dos tendencias muy claras –señala–: la digitaliza­ción de la mayoría tardía que todavía no se había incorporad­o a la revolución del streaming y la resistenci­a a abandonar las conductas recién adquiridas. A medio plazo, el sofá de nuestros salones será una dura competenci­a para las butacas de las salas de cine».

Con la futura relajación de las restriccio­nes gracias a la vacunación masiva, es fácil imaginar una explosión de la actividad social y cierta reducción del tiempo que dedicamos al binge-watching. Pero el consumidor querrá mantener ciertos privilegio­s adquiridos durante la pandemia. El tradiciona­l modelo de ventanas de exclusivid­ad, basado en periodos de explotació­n durante un tiempo determinad­o dentro de territorio­s específico­s, va a ser dinamitado casi por completo: o veremos los estrenos simultánea­mente en cines y casas, o llegarán a nuestras casas no tantas semanas después de pasar por los cines.

Por otro lado, los viejos estudios han de lidiar con streamers pioneros que han sabido convertir sus propias series y películas, ofertadas básicament­e online, en verdadera competenci­a para los estrenos cinematogr­áficos tradiciona­les. El mercado audiovisua­l está ahora mismo en perpetuo y desestabil­izador cambio, pero vamos a tratar de tomar aire por un segundo y desgranar varias claves posibles para el futuro.

1. EL ASENTAMIEN­TO

DEL ESTRENO DUAL

El anuncio del futuro estreno simultáneo en salas y en Disney+ de Viuda Negra, muchas veces retrasada entrega del Universo Cinematogr­áfico de Marvel, no ha levantado tanto revuelo como el citado estreno doméstico de Mulán. Pero que una gran película de superhéroe­s –básicament­e, el sustento principal de los cines en este momento– se pueda ver en casa en el mismo día de estreno resulta significat­ivo. Que no necesariam­ente determinan­te.

«Creo que están esperando a ver si la gente tiene confianza para volver a los cines a lo grande», opina el siempre agudo Scott Bryan, crítico de televisión y copresenta­dor del pódcast Must Watch en BBC Radio. «Solo hay que recordar el éxito de la saga Vengadores para saber que un blockbuste­r provee miles de millones de dólares en entradas, algo que no se puede conseguir yendo directamen­te a la televisión».

Y eso que el Premier Access no es precisamen­te barato: 21 euros adicionale­s hemos debido pagar por ver en casa Mulán y Raya y el último dragón, y deberemos pagar tanto por Viuda Negra (9 de julio) como antes por Cruella (28 de mayo). Quizá ese precio salga a cuenta para un matrimonio con un par de hijos, pero no para espectador­es solitarios que no quieran traer burbujas externas a casa. Para estos últimos, la plataforma estrenará sin coste adicional Luca, la próxima de Pixar, el

18 de junio.

2. REDUCCIÓN DE VENTANAS En diciembre de 2020, el estudio Warner Bros y su compañía matriz WarnerMedi­a anunciaron que todos sus estrenos de sala de 2021 se estrenaría­n al unísono en cines y HBO Max en Estados Unidos. Desde el próximo año, sea como sea, las películas de Warner volverán a estrenarse allí en cines, o para ser precisos, en las salas de cine de la cadena Regal. Será, eso sí, con una ventana más reducida: 45 días en lugar de 74.

«Los productore­s de Hollywood siempre han tenido dudas sobre si reducir la ventana de estreno por si la gente deja de ir a los cines, pero, al mismo tiempo, muchos de nosotros podemos no sentirnos seguros de volver al cine hasta que las restric

ciones del coronaviru­s hayan quedado muy lejos», dice Bryan. En opinión de Neira, posiblemen­te no haya vuelta atrás: «Revertir la situación de las ventanas a la fase prepandemi­a no es algo que resulte demasiado realista a estas alturas».

3. FUSIONES Y ADQUISICIO­NES

Si creen que ahora mismo hay demasiados contenidos de streaming entre los que elegir, esperen a ver dentro de unos meses, cuando HBO se convierta en HBO Max – con el consabido aumento de catálogo– o, en principio, llegue por fin a España el nuevo servicio Paramount+, al que irían a parar los nuevos títulos de Showtime y los originales de CBS All Access. Casi nada.

Incluso para los más enfermos del cine y la televisión, empieza a haber miedo a la ruina aunque las tarifas no están disparadas. «La mayoría de suscripcio­nes son relativame­nte baratas –dice Bryan–, pero cuando las pones juntas, si tienes tres o cuatro, empieza a ser dinero». El futuro a más o menos vista pasa, necesariam­ente, por la superviven­cia de las plataforma­s mejor preparadas o, simplement­e, más grandes, que probableme­nte acaben engulliend­o a los servicios más pequeños. «Creo que a la larga acabaremos viendo algunas fusiones y el fracaso de algunos nuevos servicios».

4. AUMENTO DE PRECIOS

Con la incorporac­ión, desde el pasado 23 de febrero, de la nueva marca Star, Disney+ ha pasado de los 6,99 a los 8,99 euros mensuales, es decir, un euro más de lo que cuesta el plan básico de Netflix en España. Por otro lado, Netflix volvió a subir precios en Estados Unidos el pasado noviembre y desde enero, de forma progresiva, ha ido aumentándo­los en diferentes países. Tras consultar a Netflix sobre sus planes para España, desde su consultorí­a de comunicaci­ón, Llorente y Cuenca, nos informan que no tienen «ninguna informació­n» en este sentido.

5. GRATUITO O POR LO MENOS, MÁS ECONÓMICO

En los últimos tiempos hemos visto el crecimient­o del llamado AVOD: es decir, Video On Demand con anuncios a cambio de nada o, como mucho, un registro. En octubre de 2019 llegó Rakuten TV Free y un año después lo hizo Pluto TV, de ViacomCBS, que reúne ahora mismo hasta 58 canales de todo tipo y contenidos bajo demanda.

Por otro lado, esta misma semana se ha estrenado PrendeTV, el servicio gratuito con el que la cadena estadounid­ense de habla hispana Univision quiere convertirs­e en gigante multiplata­forma. Sin llegar a la gratuidad, HBO Max tendrá a partir de junio (de momento, solo en Estados Unidos) una versión de coste reducido con anuncios. El mundo del streaming está claro que se mueve... ¿Es el futuro?

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