Los británicos vuelven al pub tras tres meses de confinamiento
El Reino Unido retoma la actividad comercial en otra desescalada que se alargará hasta mayo Las calles con tiendas registran largas colas desde primera hora y las peluquerías se llenan
Ayer a la hora del desayuno algunos ingleses ya llevaban unas cuantas pintas etílicas encima. A pesar de las temperaturas bajo cero en muchos lugares de Inglaterra y los copos de nieve que cayeron en Londres al alba, varios pubs y beer gardens (literalmente jardines de cerveza), abrieron a medianoche para brindar por el fin de más de tres meses de confinamiento, que han puesto a prueba la paciencia de los británicos. Uno de los que no espero a ver la luz del día fue el Oak Inn de Coventry, pero su éxito, con una fila de más de un centenar de personas bebiendo a cielo raso en el exterior del local, escamó a las autoridades municipales. El pub está bajo investigación.
En otros bares la apertura nocturna fue el gran momento del reencuentro. «No sabíamos si iba a funcionar, si iba a venir alguien. Era medianoche, hacía un frío gélido, pero todo el mundo ha venido y no hay una mesa libre», contaba antes las cámaras de la BBC el patrón de Showtime, en Huddersfield, una ciudad de 160 habitantes en el norte de Inglaterra. Un cliente canoso, con pañuelo de colores al cuello, explicaba que había pasado todo este tiempo encerrado sin ver a nadie. «Solo he salido para ir a entierros», decía.
SALUD MENTAL Cuando ya lucía el sol en el The Greyhound Inn de Warslow, en el Peak District, una de las regiones más turísticas del país, hubo ceremonia solemne de apertura, con discurso y toque de gong, entre los aplausos de los clientes que empezaban la jornada con huevos fritos y beicon. Pero salvo excepciones, la inmensa mayoría de pubs y bares o retrasaron la apertura o siguieron cerrados. En el barrio londinense de South Kensington a mediodía el único con la puerta abierta era el Brompton Wine Bar, donde andaban terminando la limpieza y sacando plantas verdes a la acera, junto a las mesas de madera.
«Abrimos a las cuatro de la tarde. Hemos estado cerrados durante más de tres meses, así que hoy es un gran día para nosotros», dijo Simona, una de las empleadas. «Mentalmente, el volver a trabajar es también muy importante. Tienes algo diferente en lo que pensar». La Asociación Británica de Pubs y Cerveceros ha advertido de que solo el 40% de los establecimientos ingleses tienen espacio exterior suficiente como para que consideren rentable el reabrir antes del 17 de mayo. Incluso entonces, cuando se pueda beber y comer en el interior, están por decidirse las normas que regirán para evitar los contagios. El Gobierno se muestra remiso a imponer un certificado de vacunación o algún tipo de test a la entrada, pero cada propietario puede implantar las normas que crea convenientes.
LARGAS COLAS El gran boom, en el día del retorno a una cierta normalidad, tuvo lugar en las calles comerciales. En Sheffield, Birmingham, Nottingham o en Portsmouth, desde las siete del mañana había largas colas, como en los días de rebajas, en las tiendas de ropa a bajo precio o en las de prendas deportivas. En el TK Maxx de King Street en Londres las siete cajas abiertas no daban abasto para atender a los que esperaban cargados con cestas enteras llenas de ropa, zapatos y utensilios para la casa. En el Ikea de Bristol llegó a haber 1.000 personas esperando para entrar. Quienes no van a tener demasiados problemas en recuperar el negocio son las peluquerías. En la mayor parte de los salones las citas ya están reservadas para las próximas semanas. Boris Johnson fue uno de los primeros en cortarse el pelo.