Azón, eficacia probada
El canterano es el delantero con mejor promedio goleador de la plantilla, incluido Narváez = Clave en los dos últimos duelos, ha marcado sus tres tantos saliendo desde el banquillo
El canterano ya es el segundo máximo artillero tras Narváez, con tres goles de delantero puro
Tres goles acumula ya Iván Azón entre Liga y Copa, lo que le convierte en el segundo máximo artillero del Real Zaragoza solo por detrás de Narváez, autor de nueve tantos. Pero ni siquiera el colombiano ostenta un mejor promedio goleador que el canterano, el más eficaz de entre todos los delanteros de la plantilla, si bien Narváez se ha visto alejado del área contra su voluntad y desplazado a la izquierda en numerosos partidos.
Azón culminó el domingo su semana fantástica. Sin duda, la mejor desde que llegó al primer equipo. El lunes había sido clave en la victoria en Fuenlabrada al ser objeto del penalti que Tejero transformaría en el gol del triunfo zaragocista (0-1). El canterano, que acababa de ingresar en el terreno de juego, sacaba petróleo de una jugada sin aparente peligro y su movilidad, instinto e inteligencia en el área otorgaban a su equipo un suculento rédito.
Pero la gesta no fue suficiente para que JIM le concediera al fin su primera titularidad desde que el alicantino tomó el mando. Azón volvió a ser suplente ante el Almería, pero a falta de media hora para el final del choque ya estaba en el campo. Y en el 82 ya había vuelto a ser determinante al empujar a la red un cabezazo de Nieto. De nuevo, Iván estaba donde debía estar. Y eso otorgaba al Zaragoza otra victoria vital para la permanencia.
El tanto es el tercero del delantero en toda la temporada y el primero en casa. Antes había acertado en Cartagena, donde su cabezazo dio otro punto al Zaragoza (1-1), y en Torrelavega con la primera de las dos dianas en la prórroga que otorgaron el pase a la siguiente ronda copera. Siempre determinante.
Así, Azón, que entre las dos competiciones ha disputado un total de 716 minutos (688 en Liga y 38 en Copa), marca cada 238, es decir, al joven atacante aragonés le cuesta menos de tres partidos completos volver a hacer diana. Ningún otro delantero de la plantilla supera su promedio. Tampoco Narváez, el jugador que más minutos ha participado hasta ahora (2.810). El colombiano anota un tanto cada 312 minutos, aunque, eso sí, desTampoco de que JIM le ha instalado en la izquierda tiene menos ocasiones.
Claro que la efectividad de Azón y ese mejor promedio goleador de la vanguardia se apoyan en la sequía anotadora que persigue a los otros delanteros. Especialmente, Toro Fernández, al que JIM ha devuelto la titularidad en los dos últimos encuentros, pero que sigue sin ver puerta tras haber estado un total de 1.136 minutos en el campo.
Vuckic se ha estrenado, aunque el balcánico es el atacante con menos participación de toda la plantilla tras haber aparecido tan solo durante 603 minutos entre Liga y Copa.
Adrián, el mejor
El otro delantero que sí ha conseguido marcar, Álex Alegría, acumula ya dos partidos en el banquillo. El extremeño, que acabó con su sequía ante el Tenerife anotando el gol de la victoria zaragocista y completando un notable partido, ha perdido el puesto después de haber jugado 847 minutos. Claro que el mejor promedio goleador de la plantilla es el de Adrián, que ha anotado dos tantos en apenas 342 minutos, es decir, el madrileño marca cada 171.
Todos los goles de Azón han llegado a un toque. En Torrelavega empujó el balón a la red después de que se estrellara en el poste tras un remate del Toro y en Cartagena cabeceó de forma impecable una falta lateral botada por Zapater. Ante el Almería, el gol también fue de delantero centro puro y, como en los dos anteriores, saliendo desde el banquillo.
De hecho, ese rol de agitador y revulsivo cuando las defensas rivales acusan el cansancio parece haber sido determinante para JIM a la hora de demorar una titularidad ganada a pulso. Cinco veces ha formado Azón en el once inicial, siempre con Iván Martínez, y nunca marcó, pero lleva tiempo tirando puertas abajo. Ahora, JIM tiene la palabra.