La Champions aplaza de nuevo el anuncio de la sede de la F8
La organización prevé hacerlo público hoy con el Nizhny Novgorod como favorito
Iba a ser el viernes pero no fue. Iba a ser ayer pero tampoco. La Champions volvió a aplazar hasta hoy el anuncio de la sede de la final a ocho que se disputará del 5 al 9 de mayo. Nizhny Novgorod, en Rusia, donde el Casademont ya ha viajado y ganado esta temporada, se perfila ahora como favorita para ser elegida como sede del torneo que decidirá al campeón de la temporada 2020-21, después de que Holon, en Israel, fuera la principal candidata a albergarla por la buena situación pandémica debido al elevado ritmo de vacunación en el país hebreo. El sorteo de los cruces está fijado para este viernes y ha de llevarse a cabo en la localidad que se elija como sede.
La final de la Champions, antes a cuatro y ahora a ocho, se disputa siempre en casa de uno de los clasificados. La temporada pasada el Casademont solicitó albergar el gran torneo final por el título, pero la pandemia obligó a cancelar los planes previstos y llevar el desenlace
al mes de septiembre. Se disputó en Atenas.
El Casademont Zaragoza está pendiente de dónde tendrá que viajar dentro de cuatro semanas y, sobre todo, contra quién tendrá que medirse. El conjunto aragonés ha llegado entre los ocho mejores del torneo como segundo clasificado de su grupo, por lo que le corresponderá medirse a uno de los tres primeros de los otros grupos. Entre ellos, los dos princiales candidatos a ser anfitriones. El rival del Casademont en cuartos de final será el Lenovo Tenerife, el Nizhny Novgorod o el Hapoel Holon. La eliminatoria, a partido único, será el 5 o 6 de mayo.
A priori el conjunto más fuerte de esos tres es el Tenerife, tercero de la Liga Endesa, habitual en las fases finales y campeón de la primera edición del torneo. No obstante, medirse al anfitrión siempre es complicado y más si puede haber algo de público en las gradas, objetivo que persigue la competición al designar la sede en Rusia o, como parecía en un principio, en Israel. En la fase anterior el Casademont se midió al anfitrión en semifinales. Aunque se disputó a puerta cerrada, el equipo aragonés no pudo hacer nada frente al AEK de Atenas. Ahora su sueño es levantar el primer título europeo del baloncesto aragonés.