Beamonte reclama «unidad» entre los socios en la defensa del embalse
El presidente del Partido Popular de Aragón, Luis María Beamonte, reafirmó ayer su compromiso con el embalse de Mularroya, una infraestructura «vital» para el desarrollo económico de la provincia de Zaragoza y del conjunto de la comunidad. Por ello, exigió al Gobierno de Aragón «unidad, porque la divergencia entre socios debilita la defensa de esta infraestructura. El presidente del Gobierno de Aragón tiene la obligación de que su Gobierno ejerza una defensa clara del proyecto y exigir al Ministerio que cumpla con su obligación para con los regantes del Jalón». Beamonte se reunió ayer con el presidente de la Junta Central de Usuarios del Jalón, Jesús Ángel Lamuela, a quien transmitió que el PP va a trabajar «desde todas las instituciones» para que las obras no se paralicen.
«El Gobierno de Aragón también soy yo», respondió firme Marta de Santos, directora general de Cambio Climático del Ejecutivo autonómico y secretaria de Transición Ecológica de la formación morada. «Estamos cuatro partidos y en el pacto de gobernabilidad, en su punto 94, se acordó sentarnos en una mesa todos los actores implicados para buscar un acuerdo. El pacto del agua está obsoleto, como se ve desde el 2006, sentencia tras sentencia. Es imprescindible el acuerdo dentro del marco legal, el Gobierno de Aragón debe hacer los deberes. Como políticos estamos obligados a llamar al consenso y a la regulación correcta porque el agua es necesaria para el desarrollo. Es necesario que nos sentemos y que no todos los procesos de regulación estén judicializados, con lo cual el gobierno tiene que trabajar en el acuerdo».
«Hay que buscar casos positivos como en el Matarraña o la alternativa a Santaliestra. Cuando ha habido acuerdo se ha conseguido la regulación. Cuando hay discrepancias vamos a los tribunales, donde por ahora van dos de dos», concluyó De Santos en referencia también a Biscarrués.
El presidente de CHA, Joaquín Palacín, insistió en que «el Gobierno de Aragón no puede recurrir la sentencia», y recordó que esta no es una discrepancia «nueva» sino «histórica». Aunque Lambán ya pidió que se recurra el fallo, Palacín insiste en que «el problema lo tiene el ministerio, que tiene que analizar que si nadie está contento con estas obras es porque no se está haciendo bien».