El número dos de la ‘Gürtel’ tira de la manta
Crespo admite el cobro del 3% a una empresa por hacer un parque
Más de 12 años después de que estallara el escándalo y con decenas de años de condena a sus espaldas el número dos de Francisco Correa en la trama Gürtel, Pablo Crespo, ha decidido imitar a varios de sus compañeros habituales de banquillo y admitir los delitos que le atribuye la Fiscalía Anticorrupción en una de las últimas piezas de la principal causa de corrupción que afecta al PP pendiente de juicio. Se trata de la relativa a la contratación de la red corrupta por parte del Ayuntamiento madrileño de Boadilla del Monte a cambio de comisiones, que en un parque de esa localidad ascendieron al 3% o el 4% del valor de la adjudicación, según confiesa el propio Crespo en uno de los escritos presentados en la Audiencia Nacional.
En el juicio de la primera época de la Gürtel, Correa admitió intermediar con el extesorero del PP Luis Bárcenas y su antecesor en el cargo, el fallecido Álvaro Lapuerta, a favor de empresarios por adjudicaciones de los ministerios de Fomento y Medio Ambiente, lo que permitió reabrir la parte de la caja b en la que se investiga a los empresarios donantes del partido. Le siguieron el exsecretario general del PP valenciano Ricardo Costa en el juicio sobre la financiación ilegal del partido en esa comunidad autónoma y posteriormente el propio Bárcenas.
Ahora, Crespo asume la veintena de delitos que le atribuye la fiscalía en la pieza de Boadilla, localidad de la que era alcalde Arturo González Panero, y autoriza la repatriación del dinero que tiene en Suiza para cubrir la responsabilidad civil que se le pueda imponer en los procedimientos pendientes que Anticorrupción cifra en 5.223.215 euros.