El confinamiento provoca un aumento del alcoholismo
El Programa de Alcohol de Proyecto Hombre ha ayudado a un 5% más de mujeres La Fundación Solidaridad atendió durante el 2020 a 1.486 usuarios y familias
Los meses de confinamiento domiciliario han provocado que la problemática alcohólica se haya manifestado de una manera mucho más clara en el ámbito familiar cuando anteriormente no era una situación tan evidente debido a que se daba más en el ámbito social. Así lo explicó ayer el director gerente de la Fundación Centro Solidaridad de Zaragoza-Proyecto Hombre, Jesús Miguel Sánchez, en la presentación de la memoria 2020 de la fundación, que ya tuvo que ser suspendida el año pasado debido a la crisis sanitaria que se estaba viviendo.
Además, durante la presentación también estuvo presente el Justicia de Aragón, Ángel Dolado, junto a la presidenta de la Fundación Centro de Solidaridad de Zaragoza, Pilar Aznar.
Sánchez fue el encargado de mostrar los detalles de las actividades realizadas durante el año pasado y explicó que la cocaína «sigue siendo la principal sustancia de consumo por acceso a los inicios de los tratamientos» pero que, a pesar de eso, en los últimos años se nota «un leve ascenso» de las personas atendidas por problemas con el alcohol. En este sentido, el Programa de Alcohol ha atendido a 72 mujeres, un 5% más que en el 2019. Sánchez destacó que el incremento no solo se notaba en el género femenino sino que, en general, «ha habido muchas familias que se han puesto en contacto con nosotros para que iniciáramos el tratamiento con alguno de sus familiares».
La estancia media de los usuarios para rehabilitarse se sitúa en torno a los siete meses de permanencia. Una situación que durante el confinamiento se mantuvo «con una respuesta ejemplar», aseguró Aznar, debido a que la comunidad de tratamiento permaneció en la residencia cumpliendo con las normas establecidas en ese momento.
Los datos de la memoria del 2020 reflejan que la fundación ha realizado un total de 1.486 atenciones entre usuarios y familias dentro de los diferentes programas con los que cuenta. Unas cifras que se mantienen estables en comparación con otros años pero que cobran mucha más importancia por el año tan complicado que le ha tocado vivir a la ciudadanía.
El programa de atención a jóvenes y adolescentes, Tarabidan, ha atendido a 114 jóvenes en diferentes situaciones de riesgo. Sánchez destacó que en esta parte de la población «no se puede hablar de una patología contrastada y definida» sino de que se realizan «usos abusivos de determinadas sustancias o comportamientos de riesgo» donde principalmente se encuentra el consumo de cannabis y alcohol llevado a cabo en gran mayoría por hombres (80%).
Además, desde la fundación aseguraron que cada vez iban persiguiendo más el uso inadecuado de las pantallas debido a que están observando «unas conductas de riesgo mayores» que provoca que las familias acudan «realmente preocupadas».
El plan de prevención de la fundación se ha visto muy condicionado durante la pandemia y se ha visto claramente reflejado en las intervenciones que realizan otros años con los padres de los alumnos, con el propio alumnado y en la formación a profesionales. «Ahora ya estamos intentando reconvertir las sesiones de prevención en actividades más telematicas», explicó Sánchez, que aseguró que en un futuro cercano estas cifras que han bajado en los últimos meses volverán a subir con la reorganización de la fundación.
En su intervención, Aznar matizó que la situación sanitaria estaba afectando mucho a la economía de la fundación debido a que «los recursos económicos son escasos» para todas las necesidades que deben de cubrir ya que las donaciones han disminuido «notablemente» y las subvenciones publicas «solo cubren parcialmente el coste económico de las prestaciones que ofrecen.