Biden impone castigos a Rusia con la economía en la diana
Declara la «emergencia» por injerencia electoral y el ciberataque de SolarWinds El veto a la deuda rusa a partir de junio puede dar el mayor golpe a Moscú
El presidente de EEUU, Joe Biden, declaró ayer determinadas actividades de Rusia como una «inusual y extraordinaria amenaza para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de Estados Unidos» y, decretando una «emergencia nacional», anunció un paquete de sanciones, las más severas en años y potencialmente las más dañinas en términos económicos para Moscú. Además, expulsa de EEUU a 10 diplomáticos, a los que se señala como operativos de inteligencia rusos.
En una orden ejecutiva, Biden señaló los esfuerzos del Kremlin por «minar la celebración de elecciones libres y democráticas», una acusación de injerencia por la que castiga a 32 entidades e individuos. Además, Washington sanciona a seis empresas tecnológicas rusas que designa como colaboradoras en el sofisticado ciberataque de SolarWinds, que afectó tanto al Gobierno como a cerca de un centenar de empresas privadas y por el que, por primera vez, EEUU señala ya formal y oficialmente como responsable al Ejecutivo ruso y, en concreto, a su Servicio de Inteligencia Exterior (SVR),
El paquete incluye también sanciones a ocho individuos y entidades por la ocupación de Crimea preparadas en alianza con la Unión Europea, el Reino Unido, Australia y Canadá. Su componente potencialmente más dañino para Moscú, no obstante, es la directiva que pone en la diana un veto a la compra de deuda rusa.
UN PRODUCTO POPULAR Por ahora el Departamento del Tesoro prohíbe a instituciones financieras de EEUU que compren directamente del Banco Central de Rusia, el Ministerio de Finanzas o el Fondo Nacional de Inversión Ruso bonos emitidos a partir del 14 de junio. Washington se reserva la autoridad para expandir esas sanciones «como sea apropiado». Y la clave será ver si aliados europeos y asiáticos adoptan la misma línea, o si Washington, como ha hecho en el caso de las «sanciones secundarias» a quienes hacen negocios con Irán, decide castigar a instituciones financieras de otros países si mantienen las compras de deuda rusa, que es popular entre inversores internacionales.
Las acciones del demócrata llegan solo dos días después de que mantuviera una conversación telefónica con su homólogo ruso, Vladímir Putin, en la que el mandatario estadounidense llamó a «desescalar las tensiones», especialmente tras el despliegue reforzado de tropas rusas en la frontera de Ucrania. En términos bilaterales, en cualquier caso, la tensión se dispara. Moscú convocó a su embajador en Estados Uniods y Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, aseguró que Rusia considera ilegal cualquier sanción y adoptará represalias equivalentes.
También Maria Zajárova, portavoz de Exteriores, aseguró que será «inevitable» una respuesta, informa Marc Marginedas. Las declaraciones de los responsables rusos difuminan las ya escasas expectativas de que pudiera volverse realidad la sugerencia de Biden de que los dos líderes mantuvieran en los próximos meses un encuentro cara a cara en un tercer país.
La Alianza Atlántica, informa desde Bruselas Silvia Martínez, cerró filas con la decisión estadounidense de imponer sanciones.