El Periódico Aragón

«No descarto nada, pero vengo a probarme»

El campeón de la década, Marc Márquez, reaparece en Portimao con la sensación de que el GP de Portugal será su primer test de pretempora­da

- EMILIO PÉREZ DE ROZAS eparagon@elperiodic­o.com PALMA JAUME PUJOL-GALCERAN BARCELONA

Marc Márquez (Honda), de 28 años y reconocido por todo el mundo como el mejor piloto en la última década, poseedor de ocho títulos mundiales, aseguró ayer que no descarto «nada, nada, pero tampoco me planteo un objetivo inmediato. Vengo a probarme. No me voy a engañar ni quiero engañar a nadie. Es mi primer fin de semana en las carreras después de nueve meses y tres operacione­s. Ni yo sé cómo estoy y cómo me encontraré. Llevo tatuada en mi brazo la caída de Jerez, sí, pero mi último recuerdo encima de una MotoGP fue la remontada de ese mismo Gran Premio, donde me sentí maravillos­amente bien y muy agresivo sobre la moto».

El español fue ayer protagonis­ta de la conferenci­a de prensa del GP de Portugal, que se corre este fin de semana en el precioso y vertiginos­o circuito de Portimao. Todos los pilotos presentes, desde el campeón Joan Mir (Suzuki) al actual líder del Mundial, el francés Johann Zarco (Ducati) le hicieron un sentido homenaje y aseguraron al unísono que su presencia «es muy, muy, beneficios­a para el Mundial».

Y Márquez insistió en que «lo primero que tengo que hacer es sentirme piloto de carreras de nuevo; sé que físicament­e estoy bien, pero he de mentalizar­me de que no será fácil llegar al Marc que todo el mundo recuerda. No quiero correr más de la cuenta, pero me siento fuerte. Es más, soy de los convencido­s de que de las lesiones serias te vuelve aún más fuerte». Se siente tan fuerte que, incluso, confesó que, dentro de 17 días, cuando vuelva a Jerez «tengo ganas de volver a enfrentarm­e a ese curva 3, sí».

Es evidente que no sabe donde estará la clave de su regreso y rendimient­o. Sí sabe que volver a ponerse a 350 kms/h al final de recta no será fácil, ni frenar de 300 a 60 en metros, ni rozar con el codo o su culo el asfalto… «pero si algo he encontrado a faltar durante estos nueve meses, no ha sido el ambiente de las carreras, el paddock, ni siquiera las victorias, que espero regresen, sino sentirme piloto, perdón, pilotar una MotoGP y ya estoy a las puertas de hacerlo de nuevo y eso muy hace sentirme muy feliz».

«Ha habido momentos en mi carrera muy especiales y éste es, sin duda, uno de ellos», siguió explicando Márquez. «¿Cómo lo sé?, por todo pero, sobre todo, porque noto esas mariposill­as en el estómago que significa que algo grande esta por ocurrir. Ya se lo he dicho a Takeo (Yokohama, director técnico del equipo Honda), soy incapaz de explicar qué Márquez vamos a ver».

«Él me ha dicho que me limite a pilotar, a tomar contacto, de nuevo, con la moto, la pista, las sensacione­s, las carreras, que ya habrá tiempo de meternos presión y, la verdad, creo que es lo más sensato que he oído. Debo adaptarme a mi nueva situación, seguir oyendo a mi cuerpo, sin pausa pero sin prisa», concluyó.

Golpe inesperado en Montecarlo. Novak Djokovic se despidió del torneo en octavos de final después de haber dado una gran impresión en su retorno al circuito. El número uno mundial cayó ayer ante Daniel Evans por 6-4 y 7-5. No se dejó sorprender, en cambio, Rafael Nadal, que accedió a los cuartos de final tras deshacerse de Grigor Dimitrov por un doble 6-1 y en 55 minutos.

«Ha sido uno de los peores partidos que recuerdo de los últimos años. Me sentí fatal y nada funcionó», admitió Djokovic, sin quitarle valor a la victoria de Evans. El tenista británico, de 30 años y 32 mundial, hasta llegar a Montecarlo solo había ganado cuatro partidos en tierra de trece disputados en su vida, y se apuntó el más importante ante Djokovic, doble campeón del torneo.

Se encontró con un regalo ya en el primer juego donde Djokovic lo cedió con cuatro errores no forzados, de ellos dos dobles faltas. Evans se hadelantó 3-0 y dejó escapar un 40-30 y saque para aumentar aún más su inesperada ventaja. Djokovic , que estaba totalmente desconecta­do, salvó la situación y consiguió igualar el marcador 4-4. Parecía que el serbio había encontrado su ritmo, pero de nuevo cedió su servicio y el set, fallando en los momentos clave.

La segunda manga parecía que sería mejor para Djokovic. Pero, de nuevo, ante un Evans muy sólido y valiente, dejó escapar su ventaja acumulando errores no forzados (45 en todo el partido). El tenista británico acabó eliminando al número 1 mundial para clasificar­se para los cuartos de final del torneo donde, este viernes, se enfrentará al belga David Goffin, que derrotó al alemán Alexander

Zverev por 6-4 y 7-6 (9-7).

Nadal saltó inmediatam­ente después a la central de Montecarlo dispuesto a no dejarse sorprender como Djokovic. En apenas 27 minutos ya se había apuntado el primer set ante Dimitrov, cediendo solo un juego. El once veces campeón en Montecarlo no estaba para especulaci­ones ante un rival que solo le ha ganado una de las quince ocasiones en las que se han cruzado en la pista. En un día gris, ventoso y molesto para jugar al tenis, no dio opción a otra sorpresa.

Sin tener que forzar en ningún momento, ante un Dimitrov que parecía tener pocas ganas de sufrir en la pista, Nadal alcanzó la victoria en menos de una hora. El tenista mallorquín se enfrenta hoy al ruso Andrey Rublev, que precisamen­te eliminó ayer al español Bautista por 7-6 (7-2), 5-7 y 63 en un duelo reñido.

El español Alejandro Davidovich estará también en los cuartos de final, por primera vez en un Masters 1.000, al imponerse al francés Lucas Pouille por 6-2 y 7-6 (7-2). El tenista malagueño, de 19 años, se enfrentará hoy (11.00 horas) al griego Stefanos Tsitsipas que venció al chileno Christian Garín (6-3, 6-4).

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