Ser del PAR. Del Partido Aragonés
Un año encerrados en estado de alarma o de alerta, en el que el tiempo transcurre y no nos damos cuenta. Muchos se han ido y los demás seguimos perplejos observando y continuando con nuestra «normalidad» impuesta. Estamos cansados de fatiga física y de la maquinaria extorsionadora en un ambiente mediático que lo ocupa todo menos de lo que se tiene que ocupar. Y en Aragón, en medio el PAR.
Somos tierra resiliente. Somos gente noble, tozuda y leal. Así nos va. El Partido Aragonés sigue presente desde hace cuarenta y tres años en la vida política nacional, y sigue siendo decisivo para formar gobiernos, para aportar practicidad política, tan necesaria y en estos momentos más. Y tenemos muy presentes que si unos no nos quieren los otros están esperando a ver si dejamos de estar.
Y los partidos los forman las personas. El Partido Aragonés caló hondo en el mundo rural. Ese trozo de tierra extenso tan poco habitado y que la urbanidad tiene para sus ratos de ocio y descanso.
Nadie se acuerda de nosotros, de los pueblos un poco grandes sí, cuando hay que ir a votar, y de los pequeños parece o intentan que «a ver si los pocos que quedan se van».
El Partido Aragonés trabaja para que se cumpla nuestro Estatuto. El que dentro de la norma fundamental que tenemos debe utilizarse para que nuestros derechos aquí y dentro de España sigamos avanzando. Y de la mano del Estatuto, que los que nos representen piensen en todos. No solo en la capital. Que ya tienen instrumentos fuertes para evolucionar, empezando por el número de habitantes. Sino que desde la capital respeten y defiendan a los que vivimos en el otro Aragón. El que continúa manteniendo el territorio, la historia, el patrimonio, las tradiciones, y las puertas abiertas, la esencia de esta tierra.
Observo con asombro, por no decir otra cosa, la comparecencia del vicepresidente del Gobierno de Aragón en las Cortes, que estaría de baja por enfermedad si estuviese en cualquier empresa y reconozco que la que representa es de categoría; que ha acudido a dar cuenta de sus acciones dentro de sus competencias a petición de un diputado de Ciudadanos.
Cuántos dejaron el PAR y cambiaron de chaqueta para seguir en política. Pero en política del vividor, de estar en Zaragoza porque por los pueblos nada se sabe de esos. Y si hay alguno por aquí pretende representarnos desde Zaragoza, eso sí con la transformación digital. Y de paso aquí, a ver si llega a todos los pueblos del Alto Aragón que en alguno ni banda ancha. Las personas hacen y deshacen los partidos y si no el desgaste pasa factura.
Necesitamos sangre, fuerza y carisma que por algo somos descendientes de un pasado glorioso. Aragón es como es y su Estatuto sigue vigente para luchar en medio de los partidos centristas que van repartiendo limosna, a los primeros, a los que han puesto de su lado claro; en vez de hacer políticas de progreso, empleo y mantener el Estado del bienestar e igualdad uniendo país. Pero lo hagan con todos, municipios grandes y pequeños pueblos.
Llevamos demasiado tiempo dormidos y hay que recuperar la paz social y el entendimiento profundo y los que nos representan deben forjarlo y mantenerlo. Es su principal responsabilidad.
Estos días se fue un «personaje público», con nacionalidad inglesa creo, que supo andar «cuatro pasos detrás». Pues ahí está la clave de la política. Se puede hacer política en primera línea. No importa la posición si se quiere trabajar por los demás. Todos opinamos de todo creyendo que sabemos mucho, los dos partidos nacionales y sus creyentes siguen hablando del PAR, pero… a ver si se va. Solo hay que tener presente nuestros orígenes y ver quien echa raíces.
Necesitamos sobrevivir a este virus que afecta a todos los ámbitos. Hasta la libertad.
Somos aragoneses.
*Concejala en el Ayuntamiento de Jaca y consejera en la Comarca de la Jacetania por el PAR