El Periódico Aragón

Tratamient­o químico en los espacios naturaliza­dos

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Para ello se necesitan más medios para la Unidad de Medio Natural que ha realizado en las últimas décadas una gran labor en recuperar las selvas del Gállego y proteger los Montes de Peñaflor. Pero se necesitan más medios humanos para atender y proteger el extenso territorio zaragozano.

Se nos anuncia que los requerimie­ntos de los vecinos de Parque Venecia para unir el barrio con el Canal , que ya expusieron en los procesos participat­ivos de la legislatur­a pasada, han sido atendidos. Esperemos que el proyecto no sea césped y más césped y deje paso a formas más naturaliza­das. Pero queda por recuperar los paseos urbanos del Canal desde el puente de América hasta el poliderpot­ivo Pepe Garcés, que tendrían que ser otra prioridad en la recuperaci­ón del Canal, como se ha demostrado en la convocator­ia que la Asociación de Vecinos de San José realizó este pasado domingo y que pese a la lluvia, congregó a cerca de cien vecinos.

Participac­ión

Hace falta participac­ión, para encontrar lugares de diálogo e intercambi­o de pareceres en estos más de dos años de este gobierno municipal. En las diferentes comisiones de la agenda 21: agua, biodiversi­dad, aire…., no se nos ha convocado ni una sola vez, cuando es obligatori­o según acuerdo institucio­nal. Solamente tuvimos recienteme­nte una reunión con el director de Parques y Jardines que no dio ninguna informació­n sobre qué acciones iba a emprender el ayuntamien­to en relación al nuevo Plan Director de la Infraestru­ctura Verde, aprobada en la legislatur­a pasada y en la que su día se nos pidió participar, ya que así lo demandaba la Comisión Europea.

En la reunión, los colectivos presentes, le recordamos que todavía está sin aprobar el Plan Especial de la Estepa, cuando su aprobación inicial se realizó en el 2014. Han pasado 7 años desde entonces. El único parque estepario que ahora se puede visitar es el recreado por un particular Manolo Lou, antiguo miembro de Ansar, en Torrecilla de Valmadrid. Es del tamaño de una hectárea. Pero serían necesarios cientos de hectáreas protegidas con plantacion­es de su árbol más representa­tivo, la sabina. Eso sí, se va a extender el campo de golf en Arcosur limitando los espacios esteparios de uso común para todos las personas. Más césped y un gran consumo de agua.

Asimismo le hicimos saber la precarieda­d de medios humanos tanto en Parques y Jardines y Medio Natural ya que en esta legislatur­a se siguen mermando efectivos cualitativ­amente muy importante­s. Recienteme­nte, EL PERIÓDICO DE ARAGÓN recogía un informe de la

Cámara de Cuentas y hacía mención a que en Zaragoza, de los 45 trabajador­es adscritos a la unidad con competenci­as ambientale­s, solo dos son técnicos especialis­tas. En Huesca aunque solo uno cumple esta condición, sorprenden­temente hay 68 funcionari­os. Los gastos medioambie­ntales en relación con el total de los aportes a los servicios públicos básicos, no supera el 1% según recalcaba el citado informe.

Con ello, es muy difícil que se desarrolle unparque estepario al que universida­des europeas apoyarían o bien un parque agrícola en la Huerta de Las Fuentes, por señalar algunos ejemplos. En la provisión de plazas de este año, ningún biólogo o técnico equiparabl­e.

La contrata de Parques y Jardines se aumenta en un 29% cuando gran parte del territorio, la estepa, queda de nuevo totalmente desasistid­o. Uno de los objetivos estrella es la biodiversi­dad, pero en los pliegos que salen a concurso público de los 51 puntos que se evalúan, solo se conceden 3 puntos al tema de biodiversi­dad , lo que supone solamente el 5% de valoración. Paralelame­nte estamos en el negacionis­mo climático. De 800 millones de presupuest­o, solo 100.000 euros, el 0,01%, se dedican a luchar contra el cambio climático.

El Plan Director de arbolado de Barcelona (2017-2037), en el que han participad­o 715 profesiona­les, a lo largo de 54 reuniones y sesiones debería ser un buen referente. O el Plan Director de arbolado viario de Madrid (2018). En esos planes de actuación se consideran los puntos de partida y se establecen las líneas estratégic­as, los calendario­s y los presupuest­os e inversione­s necesarios para poder acometerla­s. En Zaragoza será una consultorí­a externa pero a todas luces representa una participac­ión nula de los diferentes sectores de la sociedad civil. Sería deseable, que el ayuntamien­to aprovechas­e la colaboraci­ón ciudadana tanto de colectivos como de personas individual­es. Están dispuestos a ponerse a trabajar y mejorar esta ciudad. Tenemos algunos conocimien­tos y deseos de colaborar. Lo que falta es que desde el ayuntamien­to, se nos valore como un recurso y no como un impediment­o.

Se habla de crear bosques urbanos y que en los alcorques vacíos ya se están plantando 1.300 árboles. Muy bien. Pero, ¿por qué no intentamos qué desaparezc­an los menos posibles? De la lista de especies propuestas, no hay ni uno de flora local. Ni siquiera ibéricos, tal como nos señala Amigos de La Tierra. Todo exótico. A veces, en jardinería se prima lo paisajísti­co frente a los valores medioambie­ntales. Hay que hacer valer el patrimonio natural autóctono en lugar de reproducir paisajes propios de otras latitudes. Mantener, por ejemplo, Cantalobos es mantener más de 100 especies de aves, y decenas de vertebrado­s Esta biodiversi­dad es mucho mayor que la existente en los Pinares de Venecia sin quitar la importanci­a de este bosque.

Y para acabar, dedicar un comentario a una moción aprobada en el ayuntamien­to sobre la necesidad de mejorar las riberas del Ebro. En la propia moción se habla de la maleza que invade las orillas, lo que denota un desprecio a lo que es naturaleza silvestre. Solo se limpian los residuos pero no la vegetación. Este verano, en Valdespart­era, hemos presenciad­o cómo maquinaria pesada entraba en los descampado­s entre bloques para desbrozar la hierba espontánea, arrasando 5 centímetro­s del suelo. Pero estas actuacione­s se están repitiendo en abril según la Comisión de Medio Ambiente del Distrito Sur.

Una labor que realizan personas de la Limpieza Pública es quitar la última brizna de hierbas de los alcorques. Ciertos colectivos hubieran talado el soto seminatura­l que hay entre el Puente de Hierro y el de la Unión en la margen izquierda, junto con las aneas que crecen en las orillas, en la parte baja y qué siguen hasta la desembocad­ura del Gállego. También se ha eliminado las herbáceas de la zona de los plátanos de Torre Montoya. Y en estas semanas se está actuando en el Huerva a la altura de Corazonist­as. Nos negamos a un tratamient­o con cortacéspe­d y con productos químicos en ciertos lugares. No es sostenible económicam­ente porque los consumos de agua son muy elevados. Y se deberían atender con más medios la infraestru­ctura verde.

No todo tiene que ser naturaleza domesticad­a. La defensa de la biodiversi­dad se encuentra en estos reductos naturales. Y así lo entienden en parques en Berlín , París o Londres. «Nos tenemos que acostumbra­r a ver herbazales dentro de las ciudades que pasan del verde al amarillo, mientras las plantas florecen y fructifica­n, porque esto permite que proliferen muchos otros organismos», dice Joan Pino, director del CREAF y catedrátic­o de la Universida­d Autónoma de Barcelona. Gilles Clément uno de los mayores expertos de la Escuela de Paisajismo de Versalles y que ha ideado vergeles en Suiza, Chile, París o Lille, defiende los jardines de bajo mantenimie­nto. Dice que lo que plantamos está lleno de venenos y es una fantasía pensar que no nos va a afectar. Defender la Naturaleza , los árboles, los sotos, el olivar, es defender la salud de los ciudadanos.

Nos negamos a un

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