La Gran Gala de la Jota triunfa por todo lo alto en Huesca
El Palacio de Congresos reúne a los principales cantadores de la provincia
El auditorio Carlos Saura del Palacio de Congresos de Huesca acogió en la tarde de ayer la Gran Gala de Jota del Alto Aragón, que contó con las figuras más representativas de la provincia. Se subieron a las tablas del escenario los cantadores Roberto Ciria, Óscar Badías, Javier Badules, Toño Julve, Sofía Bueno, Lorena Laglera, Mercedes Budiós, Irene Alcoceba, Elena Casaña e Inés Martínez; y los bailadores Pablo Pérez y María Pérez, Alejandro Alonso y Mapi Aquilué y David Claver y Lucía López. La música corrió a cargo de Fernando Casaus, Rodrigo Elpuente, Leticia Marsó, Jorge Marsó y Jose Manuel Andrés.
Pablo Gracia y María Grúas presentaron un espectáculo que triunfó por todo lo alto, a pesar de que el aforo del auditorio tuvo que estar limitado debido a las limitaciones por la pandemia. La gala volvió a confirmar la buena salud que atesora el folclore aragonés en la comunidad en cuanto a cantadores y bailadores.
Estas últimas semanas la capital aragonesa ha acogido el ciclo de tertulias Encuentros en la jota, una serie de conversaciones en torno al estudio de la jota y del folclore aragonés, dirigido por Manuela Adamo, bailarina y coreógrafa, y Javier Barreiro, catedrático de literatura española y
En el certamen participaron entre otros Roberto Ciria, Óscar Badías, Sofía Bueno y Lorena Laglera
autor de una extensa obra en torno a la cultura popular.
Para Adamo, el ciclo está demostrando que «falta un proyecto real de reintegrar este lenguaje que formaba parte del pueblo y de devolverlo a la sociedad». «El público no entiende lo que pasa con la jota», lamenta.
Por su parte, Barreiro compara la situación de la jota aragonesa con el folclore de otras comunidades que sí han potenciado su cultura popular con mucha más intensidad. «Así como Andalucía vio en el flamenco una forma de promocionar y dar a conocer sus rasgos de identidad, aquí parece que daba vergüenza y fue marginada por todos los estamentos. Los poderes públicos parece que querían apartarse de ella. Los que han defendido y mantenido viva la jota han sido los pueblos», subraya.