El Periódico Aragón

El aviso de Gerona El Zaragoza, a 5 del descenso ahora, ve la derrota como una advertenci­a para ser competitiv­o y jugar siempre al límite

- S. VALERO svalero@aragon.elperiodic­o.com ZARAGOZA

Por encima del malestar con las decisiones de López Toca, en particular por ese penalti por manos de Jair que ni se molestó a comprobar en el VAR, la derrota, dolorosa en las formas, por el 3-0, ya que el Girona no hizo méritos para un marcador tan abultado, el mayor que ha encajado el Zaragoza en todo el curso, y por el fondo, por el tropiezo tras cinco jornadas consecutiv­as sin perder y 11 puntos de 15 hasta arribar a Montilivi, la ven tanto JIM como el vestuario como un claro aviso de que no pueden bajar ni un ápice la intensidad, que no hay excusas para justificar un partido tan flojo y que aún queda por remar para lograr una permanenci­a que se vio muy próxima tras ganar a Fuenlabrad­a y a Almería, con un colchón de seis puntos, y que ahora se complica, ya que tras el empate del Cartagena ante el Tenerife esa renta es de cinco.

La jornada 35 no ha sido buena para el Zaragoza, por su derrota, que es lo importante, y por las victorias del Castellón, el Alcorcón y el Oviedo. También ha ganado el casi desahuciad­o Albacete y han sumado un punto el Sabadell y el Logroñés. Menos mal que no ganó el Cartagena y solo empató. Si no, la renta habría quedado en tres. Solo el Lugo, en caída libre y rival en el Anxo Carro el 30 de abril, tras recibir este viernes al Sporting, y el Zaragoza no han progresado y la sensación de agobio para los de JIM se vuelve a notar.

Pero, por encima de esa impresión, de tener que sumar al menos siete puntos de los 21 que restan, está la mala imagen en Montilivi, un mensaje aleccionad­or para navegantes que ya recalcó JIM en el vestuario tras el partido y en la charla del sábado, posterior al partido y en la Ciudad Deportiva, donde intervinie­ron algunos de los pesos pesados del vestuario.

El mensaje es claro. El Zaragoza, que esta mañana vuelve al trabajo tras el descanso de ayer, tiene que jugar siempre al límite, ser competitiv­o en todo momento, porque no le sobra nada, sobre todo en su parte de ataque, con solo 26 goles sobre el césped en 35 citas ligueras. Si baja un ápice, si tiene un mal día o se prodiga en sus errores defensivos, la derrota es segura. Y eso vivió en Montilivi, donde el primer tanto es por un penalti muy dudoso, pero el segundo, de Nahuel, es tras un error de marcaje después de un córner y el tercero, de Sylla, llega por una clara falta de intensidad de la zaga.

No es la primera vez que el Zaragoza de JIM recibe ese aviso y el técnico lo sabe. Pero, tras sumar 28 puntos de 51 posibles desde que llegó en la jornada 19, el preparador alicantino, ahora que ve tan cerca la orilla, no está dispuesto a permitir que esas distraccio­nes echen al traste con la casi impecable remontada de un Zaragoza que estaba en el pozo cuando arribó. Ante el Alcorcón, por ejemplo, el equipo venía de dos victorias, ante Ponferradi­na y Málaga y un empate donde mereció más en Sabadell, y cuajó un partido malo que decidió el autogol de Cristian. Era un duelo para abrir brecha abajo y la crisis se prolongó con la derrota en Oviedo con otra concesión atrás, pero se cortó con el triunfo ante el Tenerife.

UN SPORTING DE BAJADA También en Vallecas, tras un 0-2, el Zaragoza regaló errores por doquier y el Rayo le remontó en una derrota dolorosa cuando el triunfo, clave, estaba encaminado. Ahora, llega el varapalo en Gerona y JIM quiere cortar la hemorragia cuanto antes, que el Zaragoza recupere su versión más competitiv­a ante un Sporting que ha bajado prestacion­es, con tres derrotas consecutiv­as, en una Romareda convertida casi en fortín (seis triunfos, un empate y una derrota es el balance con el técnico alicantino) para retomar el vuelo con vistas al decisivo duelo en Lugo. La recta final, la proximidad para abrazar el objetivo, exige cero distraccio­nes y tomar como más que una enseñanza lo vivido en Montilivi.

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