Felicidad y confianza
Venancio Rodríguez Sanz Zaragoza
La confianza es la creencia de que una persona será capaz de actuar de manera adecuada ante una determinada situación.
Según la psicóloga Adriana Guraieb, es uno de los cimientos sobre los cuales se edifican las relaciones humanas.
Por eso, la confianza que podamos desarrollar hacia otras personas (el profesor, el compañero de clases, nuestros padres, etc.) o hacia otras cosas (el Estado, la policía, el sistema de salud, etc.) son esenciales en la forma en que nos relacionamos con nuestro entorno y el grado de bienestar que esta relación nos proporciona.
La confianza es básica a la hora de relacionarnos con la familia, la pareja, un socio, un cliente, un proveedor, etc. Las relaciones basadas en la confianza mutua son más sólidas, prósperas y duraderas que las que no lo están. En este sentido, la confianza es lo contrario de la incertidumbre.
A medida que el ser humano evoluciona, la desconfianza tiende a suceder por la competencia, o la sensación de estar en desacuerdo con las acciones de los demás. Y esto incentiva la desconfianza desembocando en el miedo.
Y el temor aviva los comportamientos egoístas y violentos. Tener fé hacia alguien no cansa al individuo, al contrario, le proporciona más vitalidad, relajación y seguridad en sus proyectos.
En fin, de todo lo dicho se deduce que la felicidad es un subproducto de la confianza.