El hogar es sagrado
El Zaragoza apela a su solvencia en casa para retomar la huida tras el sofocón de Gerona
Hizo daño la severa derrota sufrida en Montilivi por un Zaragoza que ni mereció semejante castigo (3-0) ni el maltrato arbitral en unos primeros veinte minutos que resultaron letales para la suerte de la contienda. Escuece todavía aquel penalti señalado a Jair a los tres minutos de partido y otras decisiones incomprensibles que condicionaron un choque y minaron la ya de por sí maltrecha personalidad de los aragoneses. Pero aquello ya no tiene arreglo, así que el Zaragoza se obligó, desde que montó en el autocar de regreso a casa, a centrarse en el choque de esta noche ante el Sporting, un rival herido que llega en su peor momento de la temporada tras enlazar tres derrotas consecutivas.
Y para recobrar confianza y sensaciones, La Romareda emerge como el remedio más eficaz. El estadio municipal es el asidero más robusto para volver a ponerse en pie y retomar la huida del infierno interrumpida por el batacazo en Girona. Se impone volver a dar pasos firmes para escapar de la quema y dormir, en caso de victoria, a ocho puntos de las posiciones de descenso, lo que supondría un colchón firme en el que reposar mientras los otros batallan.
En esa solvencia en su feudo desde que JIM tomó el volante se refugia un equipo aragonés al que el técnico alicantino ha convertido en uno de los locales más fuertes de la categoría tras acumular 19 puntos sobre 24 posibles en los ocho envites que se han disputado en la capital, donde hace un par de semanas mordió el polvo otro de los importantes, el Almería.
El enésimo viernes noche de la temporada enfrenta a dos equipos llamados a estar entre los nobles de la categoría. Pero solo los asturianos han cumplido con unas expectativas que el Zaragoza se llevó por delante apenas iniciado el camino. Liderados por un Djurdjevic que, a pesar de llevar dos jornadas sin marcar sigue siendo el artillero más certero y uno de los más peligrosos de la categoría, los de David Gallego están obligados a reaccionar si no quieren ver peligrar su presencia entre los seis primeros, donde habitan desde el comienzo de una temporada en la que llegaron a optar a todo. Ahora, el objetivo pasa por asegurar cuanto antes su presencia en el playoff pero, para ello, es obligado dejar atrás cuanto antes un bache que amenaza seriamente esa fiabilidad bien ganada.
POCOS CAMBIOS El sofocón de Girona, en todo caso, no pasará excesiva factura a los jugadores que formaron de inicio en aquel partido. JIM prepara cambios, sí, pero no habrá revolución alguna. Es segura la vuelta de Francés al centro de la zaga para, previsiblemente, acompañar a Peybernes y relegar a Jair al banquillo. De este modo, continúa la rotación entre los tres centrales disponibles para el entrenador, que rescata al canterano para explotar su rapidez, colocación y anticipación ante Djurdjevic.
Otro de la tierra protagonizaría la otra gran novedad del once. Iván Azón, al fin, se perfila como el delantero titular por primera vez con JIM y después de haber acumulado méritos para ello a pesar de no haber estado bien en la segunda parte ante el Girona. Su titularidad dejaría fuera a los tres delanteros fichados entre verano e invierno: Toro Fernández, Vuckic y Alegría, si bien el extremeño tiene opciones de regresar a un once del que, seguro, se caerá el uruguayo, baja por problemas causados por un golpe.
El resto serán, en principio, los mismos que en Montilivi, lo que volvería a dejar fuera a Vigaray, Chavarría o Eguaras, fijos para JIM hasta hace unas semanas. Así, Tejero y Nieto continuarán en los costados de la zaga, por detrás de Zapater y Sanabria, que actuarían de interiores con Francho en el vértice inferior del rombo si se repite el dibujo del último partido, y Adrián en el superior. Narváez sería el aliado más cercano a Azón.