La influencia de Goya en la pintura
Javier Barón pronuncia una conferencia sobre el genio aragonés
De una manera sucinta y rápida pero certera, el jefe de conservación de pintura del siglo XIX del Museo del Prado, Javier Barón, realizó ayer un recorrido por los pintores que se han visto influidos por el aragonés Francisco de Goya hasta Picasso en su conferencia titulada La influencia de Goya en la pintura española del siglo XIX, del Romanticismo a Picasso organizada conjuntamente por la Fundac ión Ibercaja y la Real Academia de Bellas Artes de San Luis.
En una intervención que se prolongó durante alrededor de 40 minutos, Barón recordó las figuras de artistas como Agustín Esteve («quien realizó magníficas copias de Goya en los retratos a los reyes y con las que el propio genio de Fuendetodos se sentía muy cómodo), Asensio Juliá («muy próximo a la veta expresiva del aragonés»), Vicente López (quien realizó un retrato del pintor en 1826), Rosario Weiss (que también reflejó a Goya pero con técnicas gráficas aprovechando su gran conocimiento de él), Leonardo Alenza (ya en el romanticismo pleno) y ugenio Lucas Velázquez, entre otros muchos. Este último se inspiró «en sus tapices», algo que se puede ver, por ejemplo, en su pintura La romería de San Isidro.
Pero la nómina de artistas influenciados por el aragonés del que se cumplen en este 2021 275 años de su nacimientos, no se queda ahí, tal y como recordó el propio Javier Barón. El experto también fijó su mirada en el propio Sorolla («que tuvo otros referentes pero se fijó en Goya sobre todo para los retratos femeninos), en Zuloaga («de hecho, le llamaban sus amigos Goya y también captó ese eterno femenino del artista») y en Isidro Novell («un bastión creativo entre Goya y el primer Picasso) hasta llegar al propio Pablo Ruiz Picasso con el que concluyó su análisis sobre las influencias del pintor de Fuendetodos. «A los 15 años, Goya ya está presente en el de Málaga como vemos en Episodio de la Guerra de la Independencia», explicó Barón, quien mostró a continuación el acercamiento de Picasso a los caprichos e incluso a la tauromaquia hasta llegar a Pensando en Goya: mujeres en prisión «donde ya se ve una vinculación más laxa» ((