Un trabajador de Unidas Podemos, detenido por una supuesta agresión
Lglesias niega que el empleado formara parte de su equipo de escoltas de seguridad PP y Vox acusan al candidato de enviar «matones a sueldo» a un mitin en Vallecas
La Policía Nacional detuvo a mediados de abril a un trabajador de Podemos por agredir presuntamente a policías antidisturbios en el mitin de Vox el 7 de abril en la llamada plaza roja de Vallecas. Fuentes del partido morado admiten que un empleado del partido es uno de los detenidos tras los incidentes ocurridos en el barrio madrileño. Sin embargo, el candidato de Unidas Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, negó ayer que este empleado formase parte de su equipo de seguridad, ya que lo conforman únicamente policías nacionales designados por el Ministerio del Interior. Además, el candidato denunció que la publicación de esta información tiene intereses electoralistas.
Según publicó El Confidencial, la Policía Nacional detuvo el 15 de abril a dos empleados del área de seguridad de Podemos por esas supuestas agresiones. Sin embargo, fuentes de la formación morada desmienten esta información. De los dos detenidos, aseguran, solo conocen a uno de ellos que se encarga de la logística y de labores de conducción en el partido. Según sostienen, de manera puntual se ha sumado al equipo de seguridad –del que no forma parte de manera estable– para algún mitin. Además, el propio exvicepresidente del Gobierno subrayó que todos sus escoltas son miembros del Cuerpo Nacional de Policía y que «ninguno ha sido detenido». Aun así, Iglesias reconoció que en aquellos incidentes un miembro de Podemos, vecino de Vallecas, sí fue detenido. No obstante, aseveró que, «por supuesto», no cometió ningún acto ilícito, administrativo o penal y que «esto quedará en nada». Asimismo, el líder morado achacó esta publicación a intereses electoralistas y añadió que, a su juicio, esto revela la «preocupación» que tienen algunos acerca de las elecciones. Las críticas por parte de las formaciones de derechas no tardaron en llegar. La presidenta madrileña y candidata del PP a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, acusó a Iglesias de haber contratado «matones a sueldo» para agredir a policías en los incidentes durante el mitin del partido de ultraderecha en Vallecas y acusó al Ministerio del Interior de «ocultarlo».
En el último mitin del PP antes del cierre de la campaña de las elecciones del 4 de mayo, también participó el líder, Pablo Casado, que pidió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, una «condena rotunda» de las agresiones de trabajadores de Unidas Podemos a la policía. «Qué vergüenza. Los que se juegan la vida por nosotros, pateados por los matones de Iglesias. No solo le pagamos a la niñera, sino a escoltas que patean a la Policía. Ya está bien», sentenció.
El líder de Vox, Santiago Abascal, también denunció que Iglesias enviara «matones a sueldo» al acto de su partido en Vallecas y, al igual que Díaz Ayuso, cargó contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por ocultar las detenciones «mientras exigían condenas por unas cartas», en referencia a las misivas con amenazas de muerte enviadas a políticos. «Exigimos a Iglesias que condene esta agresión y que dejen de soñar, porque no van a trasladar a la Comunidad de Madrid ese modelo de enfrentamiento», se sumó la líder de Cs, Inés Arrimadas, desde un mitin de campaña junto al candidato naranja, Edmundo Bal. del ‘procés’–, en las dos primeras no hay apenas diferencias insalvables. Como no las hubo en el 2015 (con Junts pel Sí) ni en el 2017. Y los republicanos entienden que la diferencia en la cuestión del camino a la independencia es un argumento instrumental de Junts para tener el control del reloj de la negociación.
«Van combinando dos excusas. Que si el Consell per la República (CxR), que si el plan b. En cuanto al primero dicen pretender», afirma una fuente de ERC remarcando su escepticismo, que esa entidad «sea el espacio estratégico del ‘procés’». Y en cuanto al plan b, «exigen a ERC que afine ya qué hacer si la negociación con el Estado fracasa y la única solución que ellos aportan es levantar la DUI del 2017, sin ningún apoyo internacional, y, a veces, mentan un posible referéndum». Esquerra mantiene la línea roja de que nada ni nadie se halla por encima del president elegido por los catalanes.