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Borja, el hijo de Giménez Abad, defiende la importancia de que los más jóvenes conozcan el dolor que causó ETA para no caer en más radicalismos
El 20 de octubre del 2011 es una fecha para recordar. El fin de ETA tras décadas de barbarie, más de 800 víctimas mortales, cientos de familias rotas y una sociedad golpeada fríamente en cada atentado. Demasiado sufrimiento causado por el terrorismo no puede caer en el olvido. «Es fundamental que los jóvenes lo conozcan para combatir el fanatismo actual», declaró Borja Giménez Larraz, hijo del que fuera presidente del PP de Aragón y asesinado el 6 de mayo del 2001, Manuel Giménez Abad.
Hoy es el 20 aniversario de su asesinato a manos de la banda terrorista, la que le arrebató la vida «un domingo más», camino del estadio de La Romareda junto a Borja. «Ese día perdió su vida, sus sueños, su futuro, lo perdió todo», recordó su hijo, que condenó que no fuera fruto del azar, porque sucedió por su ideología, «por respetar la democracia».
Un acto cruel que para el hijo del conservador es fundamental compartir para que los jóvenes y las nuevas generaciones conozcan el pasado de España y las consecuencias que todavía hoy se arrastra del dolor y el miedo que causó. «El recuerdo de la sociedad debe servir de guía para alejarnos de los fanatismo y los radicalismos actuales», declaró en un acto organiTambién zado por el Ayuntamiento de Zaragoza en el Teatro Romano presidido por el alcalde, Jorge Azcón, y al que asistió el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), Manuel Bellido, el presidente de las Cortes de Aragón, Javier Sada, el Justicia, Ángel Dolado, los expresidentes del PP, Luisa Fernanda Rudi y Gustavo Alcalde, además de representantes de todos los partidos y otras autoridades que quisieron acompañar a los hijos de Giménez Abad, Manuel y Borja, y a su hermano Luis, secretario general del pleno del Ayuntamiento de Zaragoza, en el homenaje.
Borja Giménez Larraz advirtió del peligro que tiene para la sociedad
Memoria
- y la democracia no combatir el fanatismo, como quedó demostrado en los disturbios de Barcelona o en el asalto al Capitolio, apuntó. «La sociedad es frágil y muchos jóvenes acaban creyendo que hay que gritarse para luchar», señaló.
Azcón hizo referencia a la importancia que tiene que los jóvenes conozcan el pasado para no caer en el error de «blanquear» el terrorismo, como todavía sucede en formaciones como Bildu, matizó el hijo del político asesinado.