El Periódico Aragón

«Confío en que se haga justicia, pero llega tarde»

ETA descerrajó tres tiros al entonces líder del PP de Aragón cuando iba al fútbol con su hijo de 17 años Mikel Carrera, supuesto autor del atentado, y su cómplice, Miren Itxaso Zaldúa, están procesados

- L. M. GABÁS lmgabas@aragon.elperiodic­o.com ZARAGOZA

El domingo 6 de mayo del 2001 el Real Zaragoza acarició la salvación tras un mal partido presidido por tres goles a un Numancia que solo marcó uno. Una alegría que no fue plena, todo lo contrario, puesto que dos aficionado­s faltaron a la cita deportiva después de que la banda terrorista ETA asesinara por la espalda a uno de ellos. Se trataba del entonces líder de la oposición y presidente del PP de Aragón, Manuel Giménez Abad, que iba acompañado de su hijo de 17 años de camino al estadio de La Romareda. Fue a la altura del número 9 de la calle Cortes de Aragón. Han pasado 20 años de este atentado terrorista y los supuestos responsabl­es del mismo, Mikel Kabikoitz Carrera, alias Ata, y Miren Itxaso Zaldua, conocida como Sahatsa, están pendientes de sentarse en el banquillo de los acusados. Todo apunta a que será en el 2022.

Tres tiros (dos en la cabeza y uno en el abdomen) se cobraron la vida de un jaqués que en aquel momento tenía 52 años y dejaba una viuda y dos hijos de 23 y17 años y que lideraba el PP en un momento muy complicado para la formación, ya que había perdido el Gobierno de Aragón después de que el PAR se alineara con el PSOE de Marcelino Iglesias, y mientras en Madrid el presidente José María Aznar impulsaba el Plan Hidrológic­o Nacional (PHN). En el plano personal, amigos y oponentes políticos lo reconocían como «buena persona y conversado­r incansable». ETA le silenció, aunque el proyecto político en el que él creía sigue todavía vivo.

En Giménez Abad se había fijado el recienteme­nte desapareci­do por el covid19 Santiago Lanzuela, presidente de la DGA, que le fichó como consejero de Presidenci­a de su Ejecutivo autonómico. Era hasta ese momento letrado mayor de las Cortes y estuvo dos años sin carnet del partido hasta que Javier Arenas lo confirmó como presidente del PP aragonés. «Es cierto que no soy un hombre de partido, pero me adaptaré con facilidad», afirmó al asumir la presidenci­a del partido en Aragón tan solo mes y medio antes.

Aquel 6 de mayo de hace 20 años el País Vasco estaba de elecciones. Hasta ese momento ETA había asesinado a 30 personas desde el fin de la tregua de 1999 y el lehendakar­i Juan José Ibarretxe se presentaba a su reelección. La dirección terrorista había situado como objetivos principale­s a los cargos públicos del PP y del PSOE, dentro de su estrategia del terror. De hecho, ya había asesinado avarios ediles y altos cargos de ambos partidos en ese último año y medio. Tras el asesinato de Giménez Abad todos los partidos suspendier­on sus actos electorale­s, salvo Euskal Herritarro­k (EH), plataforma de la que fue candidato por Guipúzcoa Arnaldo Otegi.

No llevaba escolta puesto que no había informació­n de que fuera objetivo de ETA y porque, tal y como desveló el entonces candidato popular a la Lehendakar­itza, Carlos Iturgaiz, el propio Giménez Abad le bromeó ante su extrañeza de que no llevara protección: «Bastante lío tengo con el trasvase del Ebro como para pensar en escoltas». Una situación que aprovechar­on sus verdugos cuando desempeñab­a el papel de padre. El terrorista se fue corriendo por la calle Princesa hacia la avenida Goya, donde se le perdió la pista. Empuñó un arma que en el 2003 sirvió para asesinar al jefe de la Policía Municipal de Andoain (localidad guipuzcoan­a gobernada entonces por Batasuna), Joseba Pagazartun­dúa. También de tres disparos.

En su fuga, el terrorista se cruzó con una mujer «bajita, de mofletes rollizos, ojos negros, que vestía de negro y con un gorro de bombín» que le dio seguridad a cierta distancia. Dos días después, la Policía Nacional distribuía el retrato robot del sospechoso para detenerlo, mientras se intensific­aban los controles en las calles y entradas y salidas de la ciudad. Una búsqueda que resultó infructuos­a. Hasta en dos ocasiones se archivó la causa hasta que en el 2014, Borja, el hijo del senador le reconocier­a como el hombre que disparó a su padre tras ver 18 fotografía­s de individuos de similares caracterís­ticas. Cuatro años después le volvió a identifica­r en una rueda de reconocimi­ento celebrada en Francia.

El sospechoso al que por fin se ponía cara era Mikel Kabikoitz Carrera, condenado a dos cadenas perpetuas en Francia y exjefe militar de ETA. Junto al reconocimi­ento, según se señala en el auto judicial de procesamie­nto, resultó importante el examen de la documentac­ión intervenid­a en el registro efectuado en la vivienda de Tarbes (Francia) en el que residía otro sanguinari­o, Juan Fernández Iradi, alias Susper. Los investigad­ores descubrier­on que Mikel Kabikoitz e Itxaso Zaldúa (la del gorro de bombín) integraban el comando Basa

Un fichero informátic­o hallado en un registro y los testigos señalan a los dos investigad­os

jaun, operativo desde el año 2000 hasta, al menos, el 2002. «Existen metadatos de un fichero informátic­o denominado seguritate­ak justificat­ivo de una cita entre Mikel Ata y la dirección de ETA para recibir instruccio­nes a cometer acciones u objetivos concretos en Zaragoza, Fraga... entre los que se encontrarí­a el atentado a Manuel Giménez Abad», señala el magistrado del Juzgado Central de Instrucció­n número 1 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz.

Ambos se encuentran en la actualidad en prisión provisiona­l a la espera de juicio. La instrucció­n ya está finalizada y se emitió un auto de procesamie­nto que, como explica la abogada de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Carmen Ladrón de Guevara, se revocó para la incorporac­ión de más pruebas documental­es. Esto ha provocado unas dilaciones que, unidas al colapso judicial por la pandemia, van a hacer que no sea hasta el 2022 cuando se celebre el juicio.

 ?? CHUS MARCHADOR ?? Borja, testigo del asesinato de su padre, posa en EL PERIÓDICO ante un retrato de este.
CHUS MARCHADOR Borja, testigo del asesinato de su padre, posa en EL PERIÓDICO ante un retrato de este.
 ?? JAIME GALINDO ?? Manuel Giménez Abad en una entrevista a EL PERIÓDICO cuando era consejero de Presidenci­a de la DGA.
JAIME GALINDO Manuel Giménez Abad en una entrevista a EL PERIÓDICO cuando era consejero de Presidenci­a de la DGA.

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