El bosque de los zaragozanos
F. Javier Fernández-Giro Zaragoza
Los árboles son una parte importante del mundo no solo por ser un adorno de la naturaleza. Ayudan a mantener nuestro aire limpio, proporcionan oxígeno, combaten la contaminación y refrescan el ambiente con vapor de agua a través de sus hojas. La mayor prioridad de la humanidad es reintegrarse al mundo natural (Jonathon Porritt, ambientólogo inglés). El Ayuntamiento de Zaragoza promueve e impulsa un proyecto medioambiental para plantar 700.000 árboles durante una década y así reavivando 1.200 hectáreas. Las zonas a rehabilitar serían áreas yermas junto al Canal Imperial y en años posteriores la ribera del Huerva y otros barrios. Magnífico plan de repoblación que convertiría a la ciudad de Zaragoza en la ideal para vivir, grandes extensiones verdes, no solamente en el centro, también en sus alrededores y contorno.
Los árboles junto con el cierzo son los pulmones de ciudades y pueblos. El Ministerio de Defensa está gestionando un convenio con el ayuntamiento para colaborar en el proyecto, El bosque de los zaragozanos, ofreciendo 1.200 hectáreas en los límites del campo de maniobras de San Gregorio para cambiar su suelo casi estepario en una zona boscosa y arbolada.
Es un recordatorio de la importancia que tiene proteger las superficies arbóreas como reguladoras del cielo, del agua, del oxígeno, moduladoras del paisaje y protectores contra la erosión de los suelos. El premio Nobel de Literatura Rabindranath Tagore decía: «Los árboles y las plantas son nuestros aliados. Seremos libres si aprendemos de ellos».