La DGA prevé implantar su nuevo modelo de residencias en el 2022
El Ejecutivo ya trabaja en realizar un estudio sobre las necesidades de los centros Evitar la soledad y la vulnerabilidad de los mayores es uno de los principales retos
El Gobierno de Aragón quiere poner a los aragoneses en el centro de sus servicios, y para ello los hogares para personas mayores ya han iniciado su transformación para adaptar su forma de trabajar y de entender estos recursos. Así lo anunció ayer la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, en Alcañiz, donde presentó el proceso de transformación en el que a partir de este mes van a trabajar los 31 centros de mayores de la red del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) cuya implementación final se prevé que esté lista en el 2022.
El proceso de cambio llevará su tiempo y será meticuloso. Se realizará a través de talleres, entrevistas y sesiones de trabajo con una muestra del personal de los centros y de sus usuarios para determinar las propuestas de cambios que pueden aplicarse, caminando así hacia este nuevo modelo donde el bienestar de los mayores será el principal objetivo del Ejecutivo autonómico.
La consejera realizó la presentación del plan en el hogar de Alcañiz, (( de vulnerabilidad. «Hoy nos encontramos con un perfil de usuario que demanda nuevos servicios, que quiere ser parte de la toma de las decisiones y que quiere entender su participación en estos centros desde la proactividad y el enriquecimiento de esta nueva etapa de su vida, a lo que tenemos que dar respuesta», subrayó la consejera.
El nuevo perfil de usuario ahora llega a la jubilación con otras inquietudes y demanda servicios adaptados a esas necesidades, si bien la pandemia también ha obligado a revisar el modelo. En este sentido, Broto indicó que durante el confinamiento «se hizo más patente la importancia del papel de los hogares en la atención a los mayores en sus domicilios, dándoles soporte y detectando situaciones de vulnerabilidad».
«En esta línea debemos seguir trabajando, máxime en una población donde el 21% tiene más de 65 años y la soledad no deseada es un problema social detectado», incidió. En este contexto, la consejera informó de que durante el confinamiento, desde la red de hogares de Aragón se realizaron cerca de 50.000 llamadas a sus usuarios, y 4.000 de ellas sirvieron para hacer seguimiento a las situaciones de vulnerabilidad que se habían detectado. Durante esta etapa se sirvieron desde los hogares 3.295 comidas.
Respecto a esas nuevas inquietudes que surgen entre las personas mayores aragonesas, el director del hogar de Alcañiz, Darío Alonso, destacó que actualmente se han puesto en marcha diferentes actividades en exteriores en su centro, como por ejemplo un grupo de senderismo o clases de baile con distancias, y en interiores tiene lugar un grupo terapéutico para las socias y socios en riesgo de soledad no deseada. Actualmente, esta residencia del Bajo Aragón cuenta con 3.000 socios.