Chivo expiatorio
Antonio Nadal Pería Zaragoza
Una vez más hemos tenido que leer y oír la palabra sorpasso, en esta ocasión a cuenta de que Más Madrid ha alcanzado y obtenido más votos que el PSOE en las elecciones a la Comunidad de Madrid. Incluso he leído la aberración de que Más Madrid «sorpasa» al PSOE. Qué horror. El uso de esta palabra italiana, que significa adelantar, se debe a Julio Anguita, que la utilizó copiándola de los comunistas italianos.
La prensa tiene la culpa de que se haya popularizado. ¿No tenemos en nuestro idioma palabras para todo que hemos de echar mano de otros idiomas menos ricos en lenguaje? Más Madrid ha adelantado o ha superado al PSOE en número de votos, debería figurar en los titulares de la prensa española. La RAE no admite, de momento, este palabreja, pero me temo que terminará incluyéndolo en el diccionario. Efectos colaterales ha habido algunos en estas elecciones, uno de ellos la desaparición de Ciudadanos en Madrid, ya anunciada, 26 escaños volatilizados, y la retirada de Pablo Iglesias de la política, obedeciendo a la derecha, que le dijeron que se fuera y que cerrase la puerta al salir. Al primer revés ha tirado la toalla, no sería un buen boxeador. Que se fije en Gabilondo, que sigue a pesar del fracaso.
Alega Iglesias que no contribuye a sumar, que le han convertido en un chivo expiatorio y que no quiere ser un tapón. Sin duda cometió un grave error al renunciar a la vicepresidencia del Gobierno de España con la intención de conquistar Madrid. Nunca pudo imaginar que llegaría a tener tanto poder. Es lógico que no le apetezca ser un chivo expiatorio, que es la persona a quien se culpa de algo con independencia de su inocencia, sirviendo de excusa a los fines del inculpador.
Es lógico que rechace ser «chivo expiatorio», expresión que procede de los judíos, que en los tiempos del Antiguo Testamento sacrificaban un chivo de acuerdo con el mandato de Dios a fin de purificar culpas por medio del sacrificio (del chivo, claro).