Elecciones en Madrid
Miguel Bretón Vallejo Zaragoza
Mi aplauso y reconocimiento a la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que en la peor hora de su vida política, con nula representación parlamentaria, no arroja la toalla –al menos, de momento– y tira de dignidad, por confianza en sí misma, en su gente y en su proyecto de asentar, por fin, el centro político en España. No convirtiendo su fallo puntual en fracaso definitivo, demuestra que no es más grande quien menos veces cae, sino quien más veces se levanta. Su firmeza y madurez defendiendo sus ideas, sin caer nunca en la descalificación personal, le convierten en una de las mejores parlamentarias españolas desde la Transición. Ánimo, Inés, más pronto que tarde volverás al éxito político.
Por otra parte, desapruebo la actitud de Pablo Iglesias, que con 10 escaños obtenidos, y al no alcanzar el poder deseado, deja sus cargos y la política misma. Su incidente en un debate preelectoral fue bochornoso. Señor Iglesias, en democracia cabemos todos, no hay enemigos a eliminar, sino adversarios con quienes dialogar y pactar. En política, como en el deporte, y la vida en general, a veces se gana y a veces se pierde, pero siempre se aprende; cuando ganas, a disfrutar y compartir el éxito, y cuando pierdes, a enmendar errores y a felicitar a quien te ganó. La democracia incluye, no excluye. Eso lo hacen las dictaduras militares y ciertos populismos. Los españoles estamos hartos de insultos, broncas y puños en alto. La política son hechos, no arrogancia ni palabrería.