Las gasolineras: pérdidas del 40% y sin ayudas
La pandemia también ha dejado trastocado el sector de las gasolineras, que ha estado al pie del cañón en todo este tiempo al ser considerado esencial. «Al principio fue caótico. No hubo servicios mínimos y se obligó a abrir a todas», recuerda Luis Serrano López, gerente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Aragón (Aesar). Además de los sobrecostes provocados por la implantación de las medidas de prevención por el covid-19, el negocio se ha visto muy mermado en el último año por el descenso de la circulación de vehículos particulares. «Ha sido una montaña rusa según se iban poniendo y quitando los cierres perimetrales», relata.
La caída media de las ventas ha rondado el 40%, según estimaciones de Aesar. A pesar de ello, estos establecimientos no han recibido hasta ahora ningún apoyo económico de las Administraciones. La esperanza está puesta en las ayudas directas lanzadas por el Gobierno de España, a las que podrá optar el sector tras rectificarse su exclusión del plan en un primer momento. «Esperamos que todos los empresarios que puedan acreditar esas pérdidas y reúnan las condiciones, puedan recibir estos fondos», explica Serrano.
Aunque han venido mal dadas, no han cerrado gasolineras en Aragón, pero tampoco han llegado nuevos proyectos. «Lo importante ahora es que volvamos a una normalidad en la movilidad», afirma. Sobre los precios, recalca que estos vienen marcados por la evolución del coste del petróleo y los impuestos. «El margen que se queda el empresario de la gasolinera es muy pequeño, prácticamente no interviene en la fijación de los precios», sostiene.