Un cultivo especial para la cultura a pesar de nuestros problemas estructurales
En Aragón tenemos
sación de que esta realidad, que en talento creativo en Aragón no tenemos nada que envidiar a nadie, no consigue calar en toda la población. Y resulta descorazonador a veces comprobar como ciertos mensajes calan muy rápido y, sin embargo, algo tan visible como la creatividad y el buen hacer, cuesta más de lo que se debería que cierto sector lo reconozca.
En Aragón tenemos un caldo de cultivo especial para la cultura a pesar de que somos una comunidad con nuestros problemas estructurales que afectan fundamentalmente a la consolidación de una industria cultural y es algo que deberíamos reivindicar mucho más de lo que hacemos. Pero, mientras llega ese momento, que, llámenme optimista suicida, pero estoy seguro de que llegará más pronto que tarde, hay que ser conscientes que la oferta cultural no va a estar siempre... si no la apoyamos. Y más en estos tiempos.
Ir al teatro, a un concierto, a una exposición, a un festival, disfrutar de los espectáculos de calle o simplemente ser consciente de lo que supone simplemente subsistir en un mundo como el cultural, es algo que en otros países ni se cuestiona, incluso en otras comunidades no tan lejanas de esta, y que aquí hay que conseguir convertirlo en rutina.
Y sí, el sector de la cultura necesita ayudas de las instituciones porque, primero, no es un dinero que se entrega a fondo perdido (¿en todos los sectores sucede esto?) y, segundo, porque, al final, es una inversión que repercute directamente en que los ciudadanos puedan disfrutar de una oferta necesaria y sanadora.