El riesgo de quiebra de IDL precipitó que Stellantis cancelara el contrato
La firma auxiliar tacha de «improcedente» y «abusiva» la rescisión y valora ir a los tribunales La empresa logística no aclara el futuro de su plantilla a la espera de que Opel le responda
La empresa IDL Automotive Logistica y Secuenciación, perteneciente al grupo ID Logistics y cuyo contrato de servicios en la planta automovilística de Figueruelas fue cancelado repentinamente por Stellantis el pasado sábado, se encuentra al borde de declararse en quiebra tras varios ejercicios consecutivos en pérdidas y este podría ser el principal motivo que precipitó la abrupta ruptura adoptada por el fabricante de vehículos. Así lo aseguran a este diario varias fuentes conocedoras de la situación, que apuntan a los «problemas económicos» de la empresa auxiliar como el detonante de lo ocurrido.
IDL Automotive emitió ayer un comunicado en el que considera que la extinción del contrato por parte de la antigua PSA «es totalmente improcedente» y se ha hecho «de forma abusiva». Por ello, la empresa asegura que va adoptar «las medidas legales oportunas». Defiende que hasta este momento «la prestación de servicios contratada se ha realizado de forma continuada y a satisfacción de Opel» y que «ha cumplido hasta hoy mismo todos y cada uno de sus compromisos financieros y sociales, en ésta y en todas las operaciones que gestiona».
Por todo ello, la filial del grupo ID Logistics ha enviado una comunicación a Stellantis manifestando su «sorpresa y absoluta disconformidad» por la decisión tomada y le pide que asuma a los trabajadores asignados al servicio, «especialmente –añade– teniendo en cuenta que hay un número relevante de ellos que ha estado desarrollando esta actividad durante un periodo de más de diez años y a plena satisfacción de Opel». La firma auxiliar dice que se mantiene a la espera de una respuesta para, en función de la misma, «adoptar las acciones que correspondan».
VACACIONES FORZADAS El mayor temor de los sindicatos es que IDL entre en concurso de acreedores tras quedarse sin actividad, lo que supondría un mazazo añadido para sus casi 200 trabajadores, que han visto cómo de la noche a la mañana pueden quedarse en la calle. En caso de que declare la antigua suspensión de pagos, las indemnizaciones por despido serían menores y las tendría que asumir el erario público a través del Fondo de Garantía Social (Fogasa).
A la espera de acontecimientos, la plantilla de IDL se encuentra en el limbo sin que la empresa aclare su futuro ni haya anunciado todavía la presentación de un despido colectivo. Por el momento, ha obligado al personal a cogerse vacaciones, algo que desde el comité consideran «ilegal». «Nos tenían que haber dado permiso retribuido y así lo vamos a denunciar», aseguró la presidenta del comité de IDL, Griselda Ramón (OSTA). «Esta situación no puede alargarse en el tiempo», agregó.
Ante la incertidumbre generada, los trabajadores volvieron a concentrarse a las 5.30 horas de la madrugada a las puertas de la factoría aragonesa para protestar y expresar su indignación, como seguirán haciendo en los próximos días. El comité ha convocado hoy a la plantilla a dos asambleas para analizar la situación.
Por otra parte, la dirección de Stellantis se reunió ayer con la comisión permanente del comité de empresa para informar sobre lo ocurrido. Todas las secciones sindicales manifestaron su malestar por las formas en que se ha roto el contrato con IDL y manifestaron su preocupación por el futuro de sus trabajadores.